Finalmente encuentro un poco de tiempo para escribir mi última incursión. Esto sucedió el miércoles pasado. Era un día cualquiera que estaba en casa aprovechando mis tardes sin la presencia de mi novia que ha regresado al trabajo presencial. Además se compró una laptop nueva, así que recuperé mi vieja y querida laptop de sus manos, fiel compañera que corría peligro en su poder porque ella tiene en su protuario varias laptos y celulares rotos, así que una angustia menos.
Al punto, resulta que me animé a entrar al foro y vi que había mucho movimiento en las galerías. Justo llevaba varios días de abstinencia de sexo porque cuando mi novia está en sus días pues no se puede. Y es algo a lo que no me acostumbro porque cuando vivía solo me decía hoy se cepilla y se cepillaba, bueno, pues con ella en casa no podía darme mis escapadas porque antes de salir siempre la clásica pregunta "¿a donde vas?". La marcación es extrema. Pero desde la semana pasada paso las mañanas y las tardes solo, trabajando en casa como siempre, y en una de esas me animé a leer los comentarios del foro y de tanto leer se me abrió el apetito y me fui así como quien no quiere la cosa a las galerías de Alfonso Ugarte, nada rescatable, todas las que estaba domesticando antes de mi retiro desaparecieron. En galerías Unión también desaparecieron las que estaba afanando y hay gente nueva taco bajo. La única rescatable es Vicky que para encerrada tras las rejas de su stand del tercer piso como si estuviera en el zoologico. Pero ya ni ganas de visitarla porque la última vez, ni me quiso abrir la reja, ya ni me conocía, me largó como a perro, me dijo sólo masajes y se fue para adentro, se me hizo la digna, la monja, la santurrona.... tremenda Sor Raimunda...
Enrumbé para Corintios con la esperanza de encontrar algo bueno. Apenas entro a la galería me encuentro con Luana, alias tetas de piedra, que me llamaba para atenderme. No, con ella una sola vez nomás, más nada. Y más adelante vi a una chamita de buena talla vestida de blanco, además bien simpaticona. Me fui para su stand, se metió y me miró con una cara de sobrada de mela, como diciendo sé que me prefieres porque estoy bien rica. A mí la verdad las mujeres así me llegan altamente. Mujeres así, me matan el pajaro. Y en una que volteo y veo nada más y nada menos que a la super archi recontra non plus ultra deseada y promocionada Emo. Me dije bueno vamos por lo seguro, así que me fui a su stand. Ahí sí, la de blanco, ay amigo, ven, masajes... fuera... sobrada...
Me metí al stand de la Emo y ni siquiera había dicho "ah", y ella, amigo sólo masajes, nada maás... ¿Qué? PTM no me jodan. Uno quiere cepillar y en tres galerías o no hay quorum o se me hacen las santurronas... incluyendo la Emo... otra Sor Raimunda.
Bueno, ya estaba ahí, un poco cansado, y le dije bueno dame media de masajes y empezó la faena. Me llenó de preguntas, hablamos de un montón de cosas, clima, politica, comida, la vida, música, me sorprendió que es una mezcla de rockera salsera balada lágirma dura. En fin, en eso empiezo a sentir su marucha en mi mano. Y yo haciéndome el tercio, ya que me había choteado con eso de que sólo masajes. Y otra vez la marucha en mi mano. Esta vez a diferencia de la vez anterior si empecé a mover mis dedos y ella que no decía nada, primero uno, luego, dos, tres, toda la mano, y le meto la mano dentro del pantalón. Y ella que me dice, amigo, ya no hago eso, puede venir mi jefa. Pero bien que se movia y ni me sacaba la mano. Me había olvidado lo morbosita que es esta chibola.
Así estuve en el masaje de manoseo en manoseo y ella bien colaborativa hasta que me di la vuelta y me vio con la carpa bien armada. Wow, amigo, como que te emocionaste, jijiji. Esa risita de la Emo es oro puro. Me la agarró y empezó a jalármela y yo que empecé a dedearla. Ya la tenía con el calzón abajo disfrutando en vista panorámica toda su selva amazonica. Le digo ya para hacerlo y me dice que no que puede veinr su jefa, que entra para ver que están haciendo. TMR la tía Nancy ya se pasa. Así que le dije que estaba por venirme que para sobarle la puntita y terminaba. Y ella bueno, ya, pero rápido.
Me preparé para la contienda porque ustedes ya saben cómo termina ese cuento de sólo la puntita. La Emo aprovechó para mandar un Whatsapp y me dice, ya, mi jefa está atendiendo en Lima Park. Ahí la vi más tranquila y con la cara de morbosita como la primera vez que me la cepillé. La subí a la camilla y la puse piernas al hombro y ella que me dice sólo la puntita amigo, medio soriéndome, y yo por supuesto my lady, faltaba más. Así que empecé a sobarle la puntita. Tenía que apartarle los bellos para verle los labios medio negritos y la rajita rosadita, medio mojadita, eso me recontra arrechaba, le metí media cabeza. Ay, me dice, ya la metiste, y yo, no, nada, solo la puntita. Y ella pero ya siento la cabecita que está adentro. ¿Qué está adentro? No, esto es adentro. Y zas se la zampe toda, me soltó una sonrisita y me dijo tramposo. Ahi empecé a bombearla y cómo quemaba esa papa. Me arreché a mil y aceleré los embates en eso... pomp... la pobre Emo se metió un cabezazo contra la pared de metal, y yo seguía bombeando y la pobre, pomp, pomp, pomp, más cabezasos... Ay, amor, no tan fuerte que me golpeo, va a escuchar mi compañera de al lado. Mejor jalo la camilla, me dijo. Yo también estaba incómodo porque con esos chancabuques que tenía al hombro parecía que me estuviera cepillando a una de Relima. Qué barbaro para ir a chambear con esas botas de leñador y con este calor.
Jaló un poco la camilla. Le vi el culito y aquí pasó algo que me sorprendió. Es que esta Emo siempre bate records. Ni bien sintió mi mano en su espalda para quebrarla y darle en perrito, en microsegundos, ni bien sintió mis huellas dactilares, zuummm, se quebró de una manera jamás vista, y eso que llevo años en esto. Allí la tenía con el tajo medio abierto y levantadito a mi merced. Y allí la enchufé y le empecé a dar de alma, y sonaba clap, clap, clap, creo que ya de manera escandalosa que seguro la tía Inés en su puesto se habrá preguntado quién está aplaudiendo en el baño.
Y yo sin roche le daba de alma, me llegaba altamente si sonaba o no, ya estaba embalado. Lo que me arrechaba de manera sublime era verla con sus cabellitos cortos y el cachete apoyado sobre la camilla, mirándome con sus ojitos entrecerrados y chupandose un dedo. Y me hacía ojitos hasta que me dice despacito susurrando, amor, para chupartela. Yo no podía determe. Ella insitía susurrando, amor para chupartela. Y yo, nones, la estaba pasando bien así, además con esas muelas de tiburón capaz es como meter un platano a la licuadora. Amor para chupartela, otra vez. Yo le digo, mejor hazme una rusa. Y ella, no seas pendejo, y se ríe.
Cuando sintió que estaba por venirme me movió las caderas en norte, sur, este, oeste, tan rápido que me vine a cuatro chorros. Mientras sentía que me venía entre sonrisas me decía delicioso, rico, mi amor, rico, rico.
Es que esta emo es una caja de sorpresas. Ni bien se la saco se puso de rodillas, agarro el muchacho con jebe con leche y todo... y zas... se lo engulle todo. Sabiendo su fama, yo agarraba bien el jebe y la muy morbosa se lo engullía hasta la raíz y luego se lo sacaba lentamente, y la punta, donde estaba la leche, la jalaba como chicle, y hasta mascaba a riesgo de romperme el jebe y mojarse toda. Menos mal que recibió un Whatsapp que le avisaba que la tía Nancy estaba yendo para Corintios.
Ya viene mi jefa, apurate, fuga, fuga. Y yo que le digo tanto miedo le tienes a la Nancy y ella que me dice que si descubre a una de sus pupilas haciendo completo in fraganti, les cobra más plata. Sí porque la tía se mete a los stands y luego les chanta una supercomisión hagan o no hagan adicionales ese día, a parte de lo que le deben pagar por el stand. Es por eso que todas las "santurronas" se pasan la voz por Whatsapp para marcar donde está la tía y así dar sus completos tranquilas.
Cuando me fui vi a una zamba altota caderona en el corredor izquierdo antes de llegar al stand de 2 pisos. Esa ya es otra incursión que después contaré.
Sobre la Emo, si regresaría. No creo, ya está bien, creo que ya me la he recontragozado. Si la recomiendo, a ver, si eres de los cofrades "amia pa kachar pe", definitivamente no, te va a echar en wan de su stand, a ella le gusta el jueguito del morbo. Si eres de esos tipos de cofrades que preguntan por el completo en la puerta del stand, tampo te conviene, te va a decir sólo masajes. Si quieres invertir en la Emo, la verdad no lo sé, ella me dijo que da completo a sus conocidos y a los que a ella le gusta. Este fue mi segundo completo en dos atenciones, así que soy conocido, tampoco me alucino papacito. Si no eres de los que sabe tratar bien a una mujer y eres torpe con las palabras nivel Pedro Castillo, tampoco te la recomiendo, no le sacarás provecho a tu incursión. Si eres caballero, respetuoso, paciente (pero de paciencia) sabes tratar a una mujer, te gusta el morbo y sabes como manejar a una morbosita, amigo la vas a pasar como una feria en drogas.
Puntos en contra, no tiene tetas, ella ya se lo toma deportivamente, y durante la atención percibí un ligero olorcillo, no era escandaloso pero hubiera preferido que no estuviera allí. Por lo demás es un buen polvo, sólo para los que aprecian lo bueno. Olvidaba, me marcó 80 mangos, creo que estuvieron bien pagados.