Contramemorias de una muchachita

AnaBanAna

Sargento
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9 Ago 2013
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‎11 Years of Service‎
Nunca me he mudado. Toda mi vida he habitado en la misma casa. Mi habitación siempre ha sido la misma en cuanto al continente pero el contenido, inevitablemente, siempre ha estado renovándose. Mudarse debe de ser una pesadilla. Me apiado de las personas que lo hacen regularmente. Lo que leerán a continuación no tiene como escenario una mudanza, sólo quería dejar establecido que no me gustan los grandes cambios. Aquellos cambios que toman mucho tiempo acostumbrarse a ellos. Por ejemplo: No hubiera soportado que me cambiaran de escuela; un cambio de sección hubiera sido sólo una molestia. Saber que tu padre se va a vivir con otra mujer te raja; un viaje de trabajo por unos meses es sólo…una linda y soportable nostalgia.

Espero que me perdonen por este primer relato si no les parece erótico pues quiero hacer una especie de introducción/presentación de mi misma, del ambiente y de las circunstancias en las que yo vivía, y que quizá fueron las causantes de mi temprano despertar sexual. Introducción… ¿No les parece una palabra erótica? Quizá sólo sea una palabra sugerente. ¡JA!

Mi nombre es Annie. Mi edad no la quiero mencionar; pero para los que quieren saberlo todo y gustan de la sospecha les diré que mi edad está entre los 15 y 20 años. Resido en el cono sur, en un distrito que colinda con Barranco, Surco y el mar. Admiro el mar, mas no soy partícipe de la costumbre de “ir a la playa”; lo he hecho, a veces no hay opción. Soy de las personas que lleva un libro y que está la mayor parte del tiempo bajo una sombrilla. En realidad, siempre llevo un libro conmigo. Leo desde pequeña. Agradezco a mis padres por sembrar ese bonito hábito en mí.

Mi estatura es de un metro con sesenta y ocho centímetros. Soy delgada y de tez blanca. Desde pequeña me decían que iba a tener un lindo trasero: no se equivocaron. Mis pechos son pequeños, nunca he deseado tenerlos grandes. Aunque, cuando yo era pequeña, una persona me hizo creer que masajeando mis pechos de cierta forma me crecerían. Yo lo hacía todas las noches y se lo conté, entonces él me dijo que no iba a funcionar porque él tenía que hacer los masajes para que surtieran efecto en mis pechos. ¡JA¡ Mi cabello es castaño, largo y algo ondeado. Respecto a mi cara algunos me han dicho que tengo cara de inocente, otros de pícara; pero, algunos y otros, concuerdan en que no es desagradable verme. Resumiendo: no paso desapercibida en las calles.

Mis padres se separaron cuando yo era pequeña. Desde ahí cada vez que llegaba un tío, primo, padrino…Me acercaba a ellos, quizá más de lo debido. Cuando yo era pequeña mi madre lo dejaba pasar; después, cuando yo ya tenía 11 años de mi edad, mi madre me dijo que debía guardar una distancia adecuada. Como buena niña que era yo, hacía caso a mi madre…sólo cuando ella me podía mirar. En esos acercamientos que me prohibía mi madre fui descubriendo por medio de roces y caricias el placer que me puede provocar un hombre.

Pequeño relato: Cuando iba a la escuela siempre lo hacía en una movilidad particular. Durante un tiempo (que en otro relato contaré) no dormía lo suficiente, por lo que la movilidad me dejaba porque me despertaba muy tarde. Debido a eso tenía que ir a la escuela por mi cuenta. Mi madre me daba dinero para que yo vaya en taxi, y así lo hacía yo. Hasta que un día mi tío me encuentra en el paradero y me ve haciendo el ademán de parar un taxi. Me dice que no haga eso,que vayamos en microbús. Le dije que iba a llegar tarde a la escuela. El respondió: ya llegaste tarde a la escuela, si llegas más tarde igual es tarde. Accedí subir al Microbús, el cual estaba repleto. En cuanto subí reparé en que varios tipos me miraban. Uno de ellos se acercó un poco; pero cuando mi tío empezó a hablarme el tipo se detuvo. Para ese tiempo yo ya había sentido un pene detrás de mí y no había sido el de mi tío; fue el del chico de los masajes agrándadores de bustos. Ese chico fue el primero que me punteó y se sintió muy bien, muy rico. Y sólo quedó ahí, no llegó a más. Retomando el relato en el microbús, pensé en esa vez que aquel chico me hizo sentir su pene y logró sacar mi primer gemido de placer sexual, gemido que lo asustó, supongo, pues, después de eso no lo volví a ver más. Me acerqué a mi tío con ganas de sentirlo y recordé que en una reunión, estando él tomado, mencionó que no usaba ropa interior. Hasta ese momento yo no había visto un pene, sólo lo había sentido, y quería sentir el de mi tío. Me acerqué un poco más. Una de mis nalgas comenzó a rozar su pierna y me detuve, me quedé quietecita mientras mi excitación subía. El carro frenó y mi trasero quedó justo en su verga; me sentí tan arrecha de sentir su verga dura. Pero eso sólo fue unos segundos, cosas de la inercia. Yo, una nenita, había excitado a mi tío; me hizo sentir tan rica, tan deseada. Miré al tipo que estaba cerca y vi que miraba mi culito, en ese mismo instante sentí algo duro en medio de mis nalgas; mi tío se había colocado detrás de mí. Qué delicia. Así estuvimos todo el trayecto. En mi mente sólo imaginaba que me poseía, que era su mujer, que dormíamos en mi cama…cosa que, tiempo después, sucedió.
 
Buen inicio y Bienvenida Cofrade Anna Banana. Esperamos sus proximos relatos, y está muy bien la narrativa y la INTRODUCCION al inicio.......Un abrazo.
 
Hola felictaciones y bienvenida al foro Cofrade Anna Banana, interesante y excitante tu relato......................sigue conmpartiendo tus experiencias con nosotros............saludos
 
Bienvenida a nuestro circulo cofrade, muy buena introducción, quizas no tan buena como la que le dio su tio :)
 
Felicitaciones mi estimada amiga, me hizo recordar cuando viajaba en los micros para ir al colegio y de vez en cuando (por casualidad o frenada del chofer) me punteaba a una flaca, claro esta era pura inocencia. Ahora si seria de pendejada jajajaja buen relato y bien escrito mi estimada amiga felicitaciones.

Saludos cordiales
 
Bienvenida al foro :cool:
 
bienvenida al foro
 
Esperamos mas relatos tuyos. El hecho de la duda de tu edad, nos hace fantasear que eres menor (asi lo seas) y eso tiene mucho de excitantes. Quedo al pendiente de mas aportes tuyos asi como intercambio de opiniones y experiencias. Besos guapa!
 
que buena narrativa esperamos mas bienvenida al foro felicitaciones
 
bienvenida Ana, relato corto pero entretenido y excitante :)
 
buen inicio querida cofrade Ana. espero que podamos leer mas de tus relatos. Y Bienvenida al foro.
 
Muy buen relato, toda la cofradia estaremos esperando que continues y concluyas tu relato.. al menos a mi personalmente me ha parecido excitante...

Bye Saludos,
 
bienvenida al foro annie y continúe con su historia
 
Buen relato Anna, buena redacción y bienvenida al foro
 
buen relato AnaBanAna
 
wou wou wou, me armaste la carpa del circo!
espero sigas con tu historia!
 
Muchas gracias por los comentarios publicados y los mensajes privados. JA! Aún no sé en cuantas partes dividiré el relato líneas abajo. Por ahora les dejo la primera parte. Les envió saludos y memorias.

En mi primer y breve relato mencioné que, durante un tiempo, la movilidad escolar que me trasportaba a mi escuela solía irse sin mí a causa de mis tardíos despertares que eran consecuencias de mis desvelos. A continuación narraré la causa de aquellos desvelos.

Durante ese tiempo en casa sólo estábamos madre y yo; padre se había convertido en una imagen mental que me hablaba por teléfono los fines de semana. Nunca hemos pasado malas rachas económicas, y si las hubo, pues, ellos lo supieron disimular bien. Cuando padre vivía con nosotras siempre me compraba lo que yo quería. Madre siempre se oponía a mis caprichos; pero al final yo siempre salía victoriosa. Olvidé mencionar en mi introducción/presentación que soy hija única. Perdón.

Al lado de nuestra casa vivía una señora que alquilaba un piso, el cual fue habitado por una pareja de esposos quienes bordeaban, a mi parecer, los 40 años de sus edades; la mujer era enfermera y el tipo no sé a qué se dedicaba. Lo único que puedo decirles de él, por el momento, es que siempre estaba en su piso.

Madre, en ese tiempo, trabajaba como administradora en una cadena de casinos y su horario de trabajo era irregular por lo que a veces trabajaba de amanecida. Cuando a ella le correspondía hacer turno de amanecida yo me quedaba sola en casa; antes de que ella saliera a trabajar me decía: por nada en el mundo abras la puerta que da a la calle; es más, si suena el timbre ni te asomes a la ventana. A veces creo que madre empezó a trabajar no por el dinero sino por darme el ejemplo y tener presente que cuando yo llegue a adulta, así tenga dinero, debería conseguir trabajo.

Yo había empezado la secundaria para cuando padre me dio una tarjeta de débito, y me dijo: úsala cuando necesites dinero y tu madre no te quiera darlo. Desde que empecé la secundaria hasta ahora nunca le he pedido dinero a madre, aunque ella me da semanalmente una estimable propina. Por cierto, padre dijo que no le dijera nada a ella acerca de la tarjeta; cosa que no he hecho…hasta ahora. ¡JA!

Un viernes que madre trabajó de amanecida yo estaba en mi cama dispuesta a jugar un videojuego hasta muy tarde, pues, los sábados no se va a la escuela. Al poco rato de haber empezado a jugar oí unos ruidos al lado, en el piso de los nuevos inquilinos. Pausé el juego y presté atención a los ruidos: el golpe de una madera contra la pared, unos sonidos similares a aplausos, agitación, voces y gemidos. Sonidos muy similares a los que escuché una vez en la habitación de madre cuando padre vivía con nosotras. Esos sonidos me inquietaron: sentí calofríos, nervios, angustia, miedo, vergüenza y, obviamente, arrechura. Me acerqué a la pared. Los sonidos eran más fieles; deduje: era el respaldar de la cama la que chocaba contra la pared y esa pareja era la responsable del resto de los sonidos que se metían en mi cerebro quien mandaba temblores al resto de mi cuerpo.Las sensaciones eran similares a aquellas sensaciones que fueron provocadas por el chico de los masajes de bustos, por los punteos de mi tío y de otros pasajeros que se colocaban detrás de mí cuando mi tío no me acompañaba. Me dio ganas de sentir a un hombre detrás de mí, pues, esa sensación era mejor que la que estaba sintiendo. Sin embargo sólo tenía delante de mí una pared y detrás el resto de mi habitación y en ella nada que se pareciera a un hombre. Aquellos sonidos cesaron, y llegué a la conclusión, errada, de que el acto sexual dura bastante. Salí rauda hacía la cocina para beber agua pues yo estaba sedienta. Para cuando estaba por terminar mi segundo vaso recordé que en mi habitación tenía una botella con agua. Mis capacidades mentales no estaban en sus mejores minutos.

Regresé a mi habitación; proseguí con el juego que había dejado pausado. Unos minutos después dejé de jugar. Estaba jugando pésimo, perdía todas las partidas.Cogí un libro y traté de leerlo; no pude. Cerré el libro y encendí el televisor. No pasó mucho rato para cuando empezaron nuevamente los sonidos de al lado. Seguía mirando TV pero mi atención era atraída por los sonidos que provenían del otro lado de la pared. Apagué el televisor y me acerqué a la pared.Ahora la mujer gritaba. Todo se había amplificado: los golpes del respaldar de la cama contra la pared, el choque de naturas, los gemidos y… mi arrechura. Deseaba tanto un hombre detrás de mí. Reparé en mi ropero, específicamente en sus cajones. Cada uno de estos cajones tiene una protuberancia metálica en forma de esfera que sirven para poder jalar los cajones. Me acerqué al ropero y puse mi culito delante de una protuberancia. Cerré mis ojos y me puse a recordar las veces que mi tío me punteaba; sobre todo la de la última vez, que no fue en un microbús. La última vez que había sentido su pene fue en casa. Madre había salido y mi tío estaba sentado en el sofá y jugaba en su laptop.

Le dije que me enseñara a jugar lo que estaba jugando. Me dijo que me sentará en su pierna. Puse mis nalgas en su pierna. Mientras me explicaba yo iba llevando mis nalgas hacia su pene. Y lo sentí. Estaba duro y sentía que se movía. Por momentos él me acariciaba el cabello, me hablaba al oído: así se juega, así se hace. Así estábamos hasta que sonó su teléfono, que lo había dejado en la mesa: era madre que llamaba para decirle que llegaba en 15 minutos; iban a salir. Yo seguía disfrutando para cuando me dijo si quería seguir jugando, le dije que sí. Otra vez me cogió de la cintura suavemente. Esta vez sentí que su pecho se despegaba de mi espalda; pero mi culito seguía pegado al causante de mi placer. Volteé a verlo un instante y él estaba apoyado en el respaldar del sofá. Con sus manos empezó a jalar y empujar mi culito. Luego me movía haciendo círculos. Yo seguía disfrutando; pero aún yo seguía fingiendo estar jugando en la laptop. Mi tío se detiene y siento que me levanta mi faldita. Vuelven sus manos a mi cintura, me levanta un poquito y me baja, y así, sucesivamente. Cuando empezó a hacerlo más rápido y duro, dejé de fingir estar jugando en la laptop y puse mis manos en sus rodillas y empecé a darle sentaditas. Saber que sólo mi calzoncito me separaba de su pantalón me hacía tan dichosa. No sucedió nada más porque sentimos la llegada de madre. Disimulamos.

Y ahí seguía yo en mi habitación con los sonidos de los vecinos y ahora agregaba los míos; pero ya no era mi tío el que estaba en mi memoria sino el chico que me hizo creer que con masajes me crecerían las tetas. Él fue el primero que me sacó mis primeros gemidos de placer sexual.
 
Que excitante el relato de una fémina.....
sobretodo el suyo tan bien redactado, con amplios detalles, al parecer honesto y muy, pero muy libidinoso...
Siga por favor... ahora me tienes imaginando que soy esa protuberancia metálica de sus cajones...
uffff!!!!
 
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