DOM
Capitan
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ESTIMADOS COFRADES,
Acabo de leer esto en un diario local, y a pesar de que algunos piensen de que el empresario en cuestion a sido un reverendo webummm, tengamos en cuenta que cuando estamos en hecho y en compañia de una linda mujer, pecamos de indiscretos y en algunos casos damos informacion inconcientemente, tengamos cuidado por nuestro bien, ya saben caras vemos............
Piensen con la cabeza grande, no con la chiquitaa.
Sexo en la calle
El Chato Matta llegó al restaurante y dijo 'nada de sopitas con tanto calor, sírveme un tiradito en salsa de rocoto y un perico frito con arroz y ensalada'. "María, en tiempo récord agarraron a las meretrices que 'centraron' al hijo de un empresario de Gamarra, y lo llevaron a un local en Lince, donde unos secuestradores le pegaron, lo maniataron y lo encerraron en el baño con una capucha, mientras pedían 30 mil soles de rescate. Josué Lucaña Huamán tiene 19 años y era caserito de las casas de cita que funcionan clandestinamente en ese distrito. Jóvenes de 18, 19 y 20 años, ansiosas de llevar plata a sus casas, para mantener a sus hijos sin padre o simplemente para vestirse bien, trabajan en esos departamentitos, donde camuflados con el rótulo de 'masajes' ofrecen el oficio más antiguo del mundo. Vanessa Gutiérrez (20) salía en minifalda y tops a trabajar desde Chorrillos a Lince. Graciosa, de buenas piernas, trató muy bien al muchacho las veces que visitó su local. Una noche, entre tragos, él le confesó que su padre era pequeño empresario de Gamarra y tenía una tienda en el emporio y le iba muy bien: 'si quieres, te consigo trabajo como vendedora y abandonas esta vida', le dijo inocentemente. La 'lolita', al toque, se contactó con unos amigos secuestradores. Milagros Campos (25) fue la encargada de arrendar un localcito 'por una semana'. 'Quiero probar si rinde un salón de masajes. Si funciona, te lo alquilo por dos meses', le dijo a la propietaria. Muy viva dio un nombre falso. Teniendo el local, Vanessa timbró a Josué, 'su caserito', para encontrarse. Tomaron unas cervezas y le dijo: 'No gastes en hotel. Hay un local que por 5 soles nos prestan un cuarto. Allí mandamos a comprar trago', le dijo coquetamente. El muchacho atracó y una vez adentro fue presa de los secuestradores. Tuvo suerte al escapar por la ventana. Lo que más cólera le dio a los policías es que lloraba, ya que se sentía traicionado por Vanessa. Increíble. Las mujeres cruzaron la línea. La prostitución clandestina es penada, pero comparado con el delito de secuestro es una pena leve. Ahora pasarán muchos años en 'Santa Mónica'. Las secuestradoras y las 'peperas' son una lacra y las prostitutas que trabajan sin engañar a los clientes, las denunciaron y dieron sus nombres y donde vivían. Los muchachos deben ser desconfiados y buscarse mejor una enamorada. En estos tiempos, pagar por sexo puede ser mortal". Pucha, el Chato tiene razón. Hay mucha maldad en las calles y esas mujeres están asociadas con delincuentes. Me voy triste. Cuídense.
Acabo de leer esto en un diario local, y a pesar de que algunos piensen de que el empresario en cuestion a sido un reverendo webummm, tengamos en cuenta que cuando estamos en hecho y en compañia de una linda mujer, pecamos de indiscretos y en algunos casos damos informacion inconcientemente, tengamos cuidado por nuestro bien, ya saben caras vemos............
Piensen con la cabeza grande, no con la chiquitaa.
Sexo en la calle
El Chato Matta llegó al restaurante y dijo 'nada de sopitas con tanto calor, sírveme un tiradito en salsa de rocoto y un perico frito con arroz y ensalada'. "María, en tiempo récord agarraron a las meretrices que 'centraron' al hijo de un empresario de Gamarra, y lo llevaron a un local en Lince, donde unos secuestradores le pegaron, lo maniataron y lo encerraron en el baño con una capucha, mientras pedían 30 mil soles de rescate. Josué Lucaña Huamán tiene 19 años y era caserito de las casas de cita que funcionan clandestinamente en ese distrito. Jóvenes de 18, 19 y 20 años, ansiosas de llevar plata a sus casas, para mantener a sus hijos sin padre o simplemente para vestirse bien, trabajan en esos departamentitos, donde camuflados con el rótulo de 'masajes' ofrecen el oficio más antiguo del mundo. Vanessa Gutiérrez (20) salía en minifalda y tops a trabajar desde Chorrillos a Lince. Graciosa, de buenas piernas, trató muy bien al muchacho las veces que visitó su local. Una noche, entre tragos, él le confesó que su padre era pequeño empresario de Gamarra y tenía una tienda en el emporio y le iba muy bien: 'si quieres, te consigo trabajo como vendedora y abandonas esta vida', le dijo inocentemente. La 'lolita', al toque, se contactó con unos amigos secuestradores. Milagros Campos (25) fue la encargada de arrendar un localcito 'por una semana'. 'Quiero probar si rinde un salón de masajes. Si funciona, te lo alquilo por dos meses', le dijo a la propietaria. Muy viva dio un nombre falso. Teniendo el local, Vanessa timbró a Josué, 'su caserito', para encontrarse. Tomaron unas cervezas y le dijo: 'No gastes en hotel. Hay un local que por 5 soles nos prestan un cuarto. Allí mandamos a comprar trago', le dijo coquetamente. El muchacho atracó y una vez adentro fue presa de los secuestradores. Tuvo suerte al escapar por la ventana. Lo que más cólera le dio a los policías es que lloraba, ya que se sentía traicionado por Vanessa. Increíble. Las mujeres cruzaron la línea. La prostitución clandestina es penada, pero comparado con el delito de secuestro es una pena leve. Ahora pasarán muchos años en 'Santa Mónica'. Las secuestradoras y las 'peperas' son una lacra y las prostitutas que trabajan sin engañar a los clientes, las denunciaron y dieron sus nombres y donde vivían. Los muchachos deben ser desconfiados y buscarse mejor una enamorada. En estos tiempos, pagar por sexo puede ser mortal". Pucha, el Chato tiene razón. Hay mucha maldad en las calles y esas mujeres están asociadas con delincuentes. Me voy triste. Cuídense.
