... Continua
No te preocupes, le dije. Tenemos tiempo y harás lo que te diga, le recalque.
La tome de las manos y la llevé en el diván, camilla que ahí había, Hice que se echara boca abajo, empecé a dibujar con mis dedos y luego con mis labios su espalda, sus caderas, sus piernas, sus muslos internos, sus brazos sin tocar su sexo, que pedía a gritos ser atendido. Extendió su mano hasta alcanzar mi miembro, y empezó a jugar con el, con masajitos, presiones.
Me quite el bóxer, acerque mi erguido compañero a alturas de su boca, empezó a verlo explorarlo, masajearlo con mas ganas, entonces le dije:
bésalo.
Con cierto asco le dio un piquito, me dio gracia el como lo hizo, ahora quiero que te lo metas en la boca y que lo succiones. Me miro como queriéndose negar, antes que dijera nada, le di un palmazo en las nalgas, sonó un PLAP y ahí mismo se la metió en la boca y empezó a chuparla, a horcajadas encontró ritmo y le agarro cariño a la felación.
Mientras, le sacaba la bombachita que tenia aun puesta, y jugaba con su anillito haciendo presión y haciendo círculos, con lo sudado que estábamos, mis dedos encontraban menos traba para entrar y salir de su agujerito, me dijo que nunca lo habia hecho por ahí, pero que se sentía bien, y estaba experimentado otras sensaciones conmigo.
Llevamos buen rato así, cuando sentí que quería venirme, entonces cambiamos de roles, esta vez me eche boca arriba en la camilla, termine de quitarle la bombacha, y como había imaginado y palpado, una mata de vellos salio a mi encuentro.
Ahora quiero que me beses, todo el cuerpo empezado por la frente y terminado por las piernas, eres libre de acomodarte como quieras, le dije.
Entonces ella se subió encima mío, acomoda su sexo sobre una de mis piernas, se echa en mi pecho y empieza a besarme, primero un piquito en la boca, luego un beso en la frente, muerde mis oídos, lame mi cuello, besuquea mi pecho, se va incorporando agachada para alcanzar mi estomago, siento que cada vez mueve su sexo en mi pierna, también cierta humedad que baja.
Jessi se para a un lado y llega a mi miembro, al cual ya conocía y lo besa, lo chupa, de rato en rato me mira y se ríe de mis reacciones, yo lo estaba gozando.
Toma un preservativo del casillero y asegura a tu engreído, le dije.
Se incorporó, fue al casillero destapo el empaque y trato de ponerlo, pero no lo logro, me siento y de nuevo le doy un palmazo en las nalgas, le indico como hacerlo, toma otro preservativo y vuelve a la carga, para que no se le baje la excitación , paso mi mano por entre su sexo, buscando su raja.
Estaba que chorreaba, le estaba gustando el trato, meto mi dedo en su hoyito y la hago estremecer todo cuerpo, no lo esperaba. Logró ponerlo. Ahora sube encima mío y siéntate sobre mi falo, pero despacio. Le susurre al oído.
Algo temblorosa, subió encima mío, se sentó sobre mis piernas mirándome, acomodo mi erguido miembro, se acomodo y poco a poco fue introduciendo a su intimidad, con una lascivia, veía que pasaba su lengua por sus labios, hasta que llego al fondo. La sentí calentita, como palpitaban las paredes internas de su vagina, Pensé que me vendría ahí mismo, pero no fue así.
Extenuada, como la había disfrutado esa entrada en su ser, se echo encima mío gritando sordamente a mis oídos, pero no se movía, respiraba descompasadamente y ambos sudábamos a mares. Toda mi entrepierna se mojo, Jessi se estaba corriendo, la deje ser.
Pasado unos minutos empieza a moverse, como no había mucho movimiento yo seguía en pie de lucha, por la descarga que dio Jessi, yo estaba mas excitado, entonces empecé unos movimientos pélvicos para meter y sacar mi falo de su intimidad, empezó a gritar como loca, yo ya bastante excitado lo hice mas fuerte, hasta venirme dentro de ella, fue agotador pero gratificante, no había gozado viendo como gozaba una mujer de esa manera a mi lado.
Pasado unos minutos, se zafo de su verdugo y se tiro al lado mío, con una sonrisa, sin decir nada, me abrazo, la abrace. Y vimos como mi miembro perdía rigidez y se tornaba pequeño, descansamos un rato algo adormilados, al despertar, le susurro al oído: quita el preservativo, y engríe a tu verdugo.
Ni corta ni perezosa, boto el preservativo y empezó una felación que me hizo reaccionar y recordar como lo gozo. Me incorpore, hice que pusiera sus manos en la camilla, me puse detrás de ella, desde ahí, se la metí sin preguntar, dio un respingo, y se dejo hacer, le daba duro, la sacaba toda de un tirón se la volvía a meter, peñiscaba sus pezones cuando los alcanzaba, metí una mano, por delante y frote su clítoris, jadeaba al ritmo de mi embestida, cuando sentí que ya se venia el chorro, la hice girar y ponerse de cuclillas, se la metí a la boca, y descargue todo en ella, se tomo una parte y escupió otra.
En eso tocan la puerta del privado, ya estábamos en limite de hora, nos duchamos y nos fuimos cada uno a su casa. Hubo un encuentro mas, pero ese fue decepcionante, se comporto fría, no me obedecía, lo hicimos en una sola posición. A poco mas de un mes de esa salida, terminamos el trabajo que teníamos en la zona, y cada uno volvió a sus lugares de origen, a algunos como es mi caso me mandaron a otra provincia.
Espero hayan disfrutado de este relato.
DAngelS