Hace pocos días, después de una terrorifíca y dolorosa agonía de tres días, falleció Leyla Yanira Zegarra Avalos (28) la mujer que fuera roceada y quemada por su pareja sentimental, Jairo Fernández Chacón (18).
Contra lo que se pueda pensar, las severas sanciones (25 años de cárcel) que contempla la nueva ley del feminicidio aprobada en Diciembre del año pasado en el congreso no han servido para disuadir a los victimarios y estos delitos aumentan año tras año.
Lo más triste y lamentable es que nuestra sociedad se muestra totalmente indiferente a estos temas que no son otra cosa que expresiones vivas de la degradación continua en la que se encuentra hace mucho y de la que todos somos parte. Aquí se pide justicia hasta para un delincuente terrorista y sin embargo ni nos inmutamos por las mujeres asesinadas día tras día. Pero eso si, los saludos por el día Internacional de la mujer, que fuera creado precisamente para tomar conciencia de la precaria situación en la que algunas se encuentran y no para felicitarla por su condición de mujer, el cual en mi opinión, no tiene mérito alguno, están a la orden del día.
¿Cuántas mujeres más tienen que morir para que tomemos conciencia de lo grave del problema, para que por todos los frentes posibles se lancen campañas agresivas en contra de este flagelo?
Porque ninguna ley, por severa que sea, va a detener esto.