Lisa S.
General

En la intimidad pueden ocurrir muchas cosas, pero sin duda hay algunas que por mero sentido común se deben evitar. Aunque nunca falta el hombre (o mujer) que termine malograndola diciendo algo que no debería. Así que para no herir los sentimientos de tu pareja en el próximo encuentro íntimo, más te vale abstenerte de decir las siguientes barbaridades:
1. Llamarla por el nombre de otra. Es una de las peores ofensas que le puedes hacer a una mujer, sobre todo en la intimidad. Si es un “one night stand” mejor llámala de otra forma y no por su nombre, no vaya a ser…
2. No recordar su nombre. Relacionando este punto con el anterior, puede que te libres de no mencionar su nombre durante el acto sexual, pero si al terminar, al llevarla a su casa o simplemente al despedirse no te sabes su nombre, JAMÁS la volverás a ver.
3. ¿En qué piensas? Si la persona es un tanto callada en la cama, definitivamente no es nada bueno preguntarle por sus pensamientos. Tal vez piensa en otra persona, en lo que hará después o en los pendientes que tiene. Tú disfruta el momento y ya, entre menos pienses mayor placer tendrás.
4. Con mi ex… No tenemos que decir más, en cuanto menciones la palabra ex puede que ya no te toque noche de pasión. No importa si la acabas de conocer, si es una amiga con derechos o si le tienes mucha confianza, NUNCA le recuerdes a tu ex pareja.
5. ¿Te gustó? Aclaremos, esa pregunta la haces para sentirte bien. Para que ella te diga qué tan maravilloso eres en la cama, pero la verdad es que es algo que debes evitar. Si le gustó lo sabrás mientras lo estén haciendo, no te engañes…
6. ¿Me quieres? Para ser justos, esta va para las mujeres. Chicas, entiendan que a veces el sexo es simplemente sexo. En muchas ocasiones tiene que ver con el deseo carnal de satisfacer al cuerpo y no tanto con el amor. Aunque algunas dicen que hacerlo enamorada es mejor y se respeta, pero si ya lo hiciste o lo vas a hacer, no le preguntes al otro por sus sentimientos, eso ya los sabes.
7. Gracias. ¿Gracias de qué? ¿De tener sexo? Por regla universal, el sexo jamás se agradece, ¡es sexo!