Hola, soy la Miss Marie

Miss Marie

Recluta
Mensajes
3
Puntos de reacción
41
Puntos
3
Registrado
15 Jul 2025
10%
Registrado
15 Jul 2025
Mensajes
3
Puntos de reacción
41
Puntos
3
‎11 Days of Service‎
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
 
Muy atrapante tu relato, muy interesante, despierta mi curiosidad y me dan ganas de conocerte, soy nuevo en este foro la verdad no tengo ningun tipo de experiencia pero me gusta los relatos puedes continuar por favor
 
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
Hola interesante tu mensaje y es verdad muchas veces x diferentes motivos no expresamos lo q realmente queremos y somos pero si tu deseas desearía escuchar tus más íntimos secretos como un cura q escucha tus confesiones
 
Buenas noches Miss Marie, bienvenida a este foro, donde encontraras una gran cantidad de lectores que seremos admiradores de tus relatos que compartiras ... saludos
 
Bienvenida, siempre es interesante leer una historia desde la perspectiva de una mujer, estaré atento a sus publicaciones.
 
Hola, empieza a dibujar tus historias en este lienzo virgen, que esperan con ansias cada relato tuyo
 
foto??? tambien eres un pillin??
 
Bienvenida al foro Miss Marie, que agradable leer este inicio que promete, por su buena redacción y sus ganas de contar sus relatos más intimos. Ya poco a poco perdera la verguenza, suerte con ello.
 
Bienvenida Miss Marie… esperamos losrelatos de ud, una dama experimentada que debe guardar muchas vivencias. Anímese, acá la alentamos a perder la verguenza y contar sus historias.
 
Siga contando
 
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
Cuanto placer hay en una redacción tan perfecta. Con las pausas correctas y palabras precisas.

Será gratificante leer cada una de sus historias, que prometen hacernos conocer que detrás de una mujer a la que cualquiera que la conoce puede llegar a ver como muy seria, y hasta cucufata. Lleva consigo historias inimaginables capaz de encender a cualquiera.

Espero con ansias sus relatos.
 
Muy buenas tardes @Miss Marie , gracias por dar el primer paso para intentar contar historias en este foro para toda la cofradía. También en años de lectura que tengo de este foro recomendarte una vez que empieces a escribir tus historias o anécdotas, tengas paciencia con los comentarios que de seguro encontrarás.

Una de mis preguntas sería, como fue que descubriste que eras un volcán a punto de explotar?
 
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
Hola Miss,

Vamos con alguna pregunta:

Tuviste sexo con algún padre de familia de tus alumnos?

Sexo con algún alumno? Alumna? En grupo?

Empecemos x algunos datos libres.
 
Bienvenida! Recuerdas algún relato de este foro (u otro) que te haya impactado ?
 
Hola Marie , espero que pronto pueda leer todo lo que nos deseas contar , espero con ansias cada relato tuyo ..
un gran saludo y bienvenida al foro.
 
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
Hola te dejo mi correo carlosazc,
No
 
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
Hola miss, sería un enorme placer conocerte. Escríbeme por favor, gracias
 
Hola! Me encantaría poder conocerte
 
Hola a todos, soy Marie.

Tengo 62 años, una biblioteca interna vasta… y una piel que todavía responde al roce de una mirada. Durante casi cuatro décadas me dediqué a enseñar literatura: desde adolescentes inquietos hasta adultos en busca de sentido. Siempre con pasión, con respeto por la palabra, y con esa llama interior que a veces se nota… y otras, se disimula.

Estoy divorciada desde los 30. Fue una ruptura que dolió, sí, pero también me abrió un mundo nuevo: el de mi propio deseo. Crié sola a mis dos hijos —un hombre de 35, una mujer de 33— con todo lo que soy: amor, firmeza, ternura y fe. Ellos crecieron, hicieron su vida… y yo, en silencio, viví la mía.

Durante años he leído aquí, entre líneas compartidas por desconocidos, historias que me encendieron, que me hicieron sonreír en la penumbra, que me recordaron que no estoy sola en este deseo maduro. Disfruté cada relato. Y ahora, quiero comenzar a compartir los míos.

Soy de provincia. Nadie que me conoce en persona —compañeros, exalumnos, incluso familia— imaginaría las historias que guardo. Me ven como una mujer correcta, profesional, dulce, incluso religiosa. Y lo soy. Pero también soy otra cosa… una mujer que ha vivido treinta años de pasión intensa, libre, muchas veces secreta, junto a hombres muy distintos entre sí. Amantes casuales, encuentros imprevistos, besos que dejaron cicatrices dulces en la memoria.

No sé aún cómo deshilvanar cada historia. Hay algo de vergüenza que persiste, una timidez que aún me sonroja. Pero también hay algo que ya no quiero contener. Porque callar tanto durante tanto tiempo también cansa. Y excita.

Estoy aquí. Dispuesta a contar, a recordar, a dejar que la piel hable entre líneas.
Estoy abierta a preguntas, curiosidades, confesiones.
Tal vez así, poco a poco, vaya perdiendo esta vergüenza natural…

No prometo pudor, pero sí verdad.

—Marie
Bienvenida, a la espera de tus relatos
 
Atrás
Arriba