Offtopic La Libertad

Pucha que pena...me lo perdí jajaja ...ojalá alguien pase algún enlace...¿ habrá sido un publireportaje como el de las cucardas en el mismo programa hace tiempo??
 
Listo ya pasaron el Reportaje del bahia rosa completito, fue sin parroquianos aunque por ahi se escucho que llamaron a pepe , no se si se me permita pero identifique a todas las kines que hablaron, sus relatos de las chicas fueron muy tristes me sorprendió una de ellas, ya es tema personal no llegare a fondo, aunque fue corto el reportaje, solo 3 kines se animaron a hablar!!!
Saludos

listo ya tengo el reportaje muchachos, como dice Ironhide CORRE VIDEO
 
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haber quien reconoce a algunas??..porq no le doy a la primera quien es?.. adema's ! si están con antifaz doc'!res.. no ay problema al decir sus nombres... solo los cofrades q vienen siguiendo el foro y hemos estado con ellas sabemos su nombre's..

yeeeeeeeeeee!!.. jajaj ya identifique ala segunda es la colocha..q para con su amiga.. jojo'!!.. pero ..ptm yo estoy seguro la tercera q salió la gordita de verdee.. esh ombre'!!.. ! YO CREO Q ES EL BULL Q SE PUSO PELUCA !ESEE gordito yo sabia q era cabrilla'! jajjaja por eso se pone a revisar a todos los patas q entran al local jajjaa.. y la q esta de guía uhmm q raro esa voz esta media pende'x .. y bueeno a seguir leyendoo :D ..digo viendo!! el video :cool:

cheee's.!!... recien termino de leer el reportaje ya me dio melancolia'... :S ..yo q pense ir ahora.. :( pero yo insisto falto la veterana lup'
 
¿Creemos en esas historias?han invertido buena plata en traer a los de Sexo Dia , tiene un estilo similar a los publireportajes de las cucas...bueno no son sus nombres los ke usan en el gochon, son nicks...de las tres solomente me cogí a la segunda...pero se kien es la tercera y creo saber el nick de la primera (creo ke otro usuario la conoce mejor ejem ejem ) XD
 
Bueno dire los nick y rooms de las kines que salieron en el reportaje(ojo que en el reportaje dijeron otros datos):
La primera que sale es Daniela la ecuatoriana del Room 23, su pelo es negro, me sorprendió sus relatos, bueno ya no sigo.
La segunda es Karina la colombiana del Room 4, dice que no anal, pero es mas falso que humala no es pisado, 25 normal, y 35 te suelta el *.
La tercera si no me equivoco es Luna peruana la ultima vez estaba en el del Room 41, no me he atendido con ella pero la reconosco.
Saludos :D
 
Que tal el performance de karinaa segunda que sale en el reportaje se ve buena
 
Que tal el performance de karinaa segunda que sale en el reportaje se ve buena
Es cuestión que vayas y la pruebes cofra, así sacas tus propias conclusiones.Solo te puedo decir que es una de las mejores del local.

Saludos
 
Y BUENO Q CREO.. Q COMO AQUI SE PUEDE COLOCAR VARIADO'S.. NO PUEDO DEJAR DE EVITAR QUERER COMPARTIR ESTA HISTORIA QUE MEDEJO DE VERDAD PEGADASO Y COMPARTIRLO CON UD... LA LEI EN EL FORO PEROO SI Q ESTA BUENIISIMAA AHI.. ALLI ESTAA .....
MARINAA....-Marina, la loca de la bóveda
Yo era apenas un imberbe que daba tumbos por la vida. Había decidido irme de casa a los diecinueve años, no había acabado los primeros ciclos de la universidad y estaba desempleado. Sobrevivía en un hotel de mala muerte en Los Olivos, cuando de pronto, mi vida cambiaría repentinamente aquella mañana.

Sin más remedio que salir a buscar trabajo, había repartido mi curriculum por todos lados, casi como si fuesen volantes de supermercado. Obviamente había rellenado los espacios con mentiras tan atroces como decir que tenía experiencia laboral previa, que ya llevaba seis ciclos en la universidad 'x', etc. Lo que nunca imaginé, es que un banco de renombre se comería tamaño embuste. Querían entrevistarme al día siguiente a primera hora para medir mi potencial. Sin lugar a dudas, la oferta era seductora y rechazarla, hubiese sido una estupidez monumental. Acepté la propuesta sin remilgos, me presenté a la cita con mi mejor traje y preparé un minucioso discurso con labia aprista para seducir con eficacia. Quién sabe si por gracia divina o porque tuve muchísima suerte, ingresé como contador en la ventanilla cuatro.

Como era de suponerse, los primeros quince días fueron de adaptación. Y yo, me las ingeniaba como podía para aprender medidas y demás quehaceres que requiere un contador experto para el puesto. Sin embargo, ocurrió que un día, el jefe de mi área fue despedido repentinamente y todos los practicantes nos quedamos en el aire. Como todo en el Perú, un tarjetazo es suficiente para conseguir trabajo y eso fue lo que ocurrió con Marina Zubauste, sobrina del administrador del banco.

Marina era bajita, pero había algo en ella que a todos nos puso alertas. Tenía pechos fabricados para otra altura. Eran voluminosos, exuberantes, parecían suaves y mordibles, lo suficiente como para que a todos se nos cayera la baba. La vista era agradable desde cualquier ángulo, incluso por detrás. Avanzaba meneando su humanidad de derecha a izquierda, luciendo los pantalones de sastre bien pegados. Estos, dejaban traslucir su ropa interior, que todos creíamos siempre elegía con cuidado para poder aguantar el peso de aquella mochila.

Pero bien sabe todo buen aventurero que donde se come, no se defeca. Y tal era la situación de todos nosotros. La jefa estaba como quería, pero chocar con ella podía derivar en desempleo o roche general. Además, era la sobrina del administrador y era jugártelas. Había que enfriar la arrechura aún cuando ella, en su afán de ejercer su puesto de jefa, osaba a darnos una reprimenda. Se acercaba hacia tu lugar y ahí, en ángulo recto miraba fijamente la pantalla ( detrás de ella, sigilosamente, todos habían dispuesto una mejor vista de su trasero, empinado por los tacos, con el calzoncito metido entre nalga y nalga). Era inevitable que sus senos fantabulosos te rozaran las mejillas mientras ella te señalaba pacientemente que era lo que tenías que hacer.

Los muchachos del banco y yo, no tardamos en hacernos buenos compañeros. En tiempos de arrechura, los buenos amigos salen a flote. Apenas recibíamos el sueldo nos íbamos a beber en algún antro cercano o sino, nos pasábamos de largo las interminables horas de trabajo mandando mensajes calenturientos a través de la mensajería privada del sistema. Es precisamente ahí dónde no habían fronteras para nuestra imaginación. El tema en común era la jefa y las posiciones que le harías dentro del ring de las cuatro perillas. Sin embargo, yo repetía constantemente mi alucinación más pornera e inverosímil; tenerla debajo de mis rodillas frotando incestuosamente mi falo entre sus tetas, verla poner cara de borreguita apenada y pedirme que la eyaculación le apunte directo en las mejillas, entonces, ella se lamería el rostro y me pediría más, hasta estrujar las últimas gotas del falo que languidecía de a pocos, muerto entre aquellas montañas pecaminosas.

Marina, cuyo nombre ya era una costumbre a la hora del almuerzo, se había convertido en nuestra fantasía más recurrente. Mi historia con Marina empieza aquí, cuando una de las muchísimas tardes que daba rienda suelta a mis historias vía mensajería privada, la susodicha sin motivo aparente me llamó a su oficina, la cual, estaba al costado de la de su tío. Es decir, el administrador.

- Tenemos que hablar acerca de la mensajería privada del sistema, Suárez.

De pronto, sentí un congelamiento inoportuno alrededor de la espina dorsal. La calentura se transformó en incertidumbre, el administrador giró la cabeza, ella, me miraba fijamente como en mi alucinación, solo que esta vez, todo ocurrió en cuestión de segundos. Algo estaba a punto de suceder...

CONTINUARÁ
 
y?. Q DICE'N ?.... AMI ME GUSTO'' !!.. EN INSTANTS LA ULTIMA PARTE...

(continuando con el relato)

- Si, dígame, ¿En que puedo ayudarla?- me mantuve de pie, intentando disimular que estaba aterrado.
- Cierra la puerta, por favor...

Mientras ejecutaba la orden, iba pensando en alguna manera inteligente de cómo safar de tamaño embrollo.

- Toma asiento- me entregó un grupo de papeles- Lee, por favor.

Ante mis ojos se descubría casi un centenar de hojas, todas, escritas con el mismo tipo de letra y sin espacio entre los párrafos. Marina sin inmutarse repitió la orden.

- Te dije que leyeras...
- ¿Todo?
- Solo aquello con resaltador.

Por unos segundos pensé que sería inútil seguir con el juego si mi suerte, ya estaba echada de todos modos. Pero inexplicablemente, acepté:

"Una vez que la tenga así bien apretadita, le empiezo a chupar las tetas, se las masajeo así suavecito hasta que los pezones se le pongan como alambre. Ahí, bajo hasta arrancarle el botón del lonpa y con cuidadito le bajo el calzoncito para hacerle un sopón...."

Marina interrumpió.

- ¿Reconoce al autor de esas obscenidades?

Quedé en silencio.

Se acercó hacia mi, apoyó sus brazos en el escritorio y tomó aún más seriedad.

Seguía sin responder.

- Suarez, le advierto que esta falta es grave. Motivo de expulsión inmediata. Quizás si usted me ayuda a descubrir al "culpable"...
- Soy yo- interrumpí de repente- es que es parte del juego de todos los muchachos...
- ¿De cuales muchachos?
- De todos, todos hacemos lo mismo.
- ¿Así?

Volvió nuevamente a su escritorio. Cogió el grupo de papeles y comenzó a revisarlos.

- Parece que todo sale de la máquina 004, o sea, hay un solo autor. No veo a otro- me entregó los papeles.

Efectivamente, todos los mensajes llevaban el número de mi máquina al costado. Eran las historias que con ahínco me había encargado de elaborar para entretener a los demás compañeros.

- Admítalo de una buena vez, Suarez. Usted escribió todo esto, lo hizo solo, nadie lo ayudó- hizo una pausa y me entregó algo similar a una factura- firme ahí, acompáñeme para que le de su liquidación. Está usted despedido.

El impacto furibundo de aquella palabra, no resonó tan catastrófica después de todo. Me iban a liquidar y quizás con ese dinero me alcanzaría para terminar de pagar el hotel, tomar un nuevo empleo o embriagarme esa misma noche sin motivo aparente.

Con aquel pensamiento optimista, desfilé por los pasillos internos del banco. Llegamos hasta tesorería y no encontramos a nadie. Marina mencionó con evidente enfado que también despediría a la encargada de aquel departamento. Seguimos así, hasta llegar a una especie de puerta que nunca había visto. Era de metal, apenas con una breve cerradura justo a la derecha. Arriba, un dispositivo lleno de dígitos. Marina introdujo una cifra, luego, la puerta se abrió.

Ante mis ojos se descubrieron varios anaqueles repletos de dólares y soles. Miles de fajos en estricto orden. Marina cerró la puerta.

- ¿Quieres seguir trabajando?- preguntó mientras sostenía un grupo de billetes.
- Sí, claro que sí- respondí atento, hipnotizado por la cantidad de plata que estaba viendo.

Marina dejó el fajo a un lado. Se acercó casi deslizándose hacia donde estaba y me susurró.

-Demuéstrame entonces, que tu escribiste todas esas cochinadas, hagámoslo aquí. Si no cumples, te vas.

Atónito, observé como empezó su show. Primero, me agarró por el cuello de la camisa y empezó a besarme. Con sus manos iba masajeándome ahí abajo, tenía bastante experiencia, le gustaba tocarme. Luego bajó cuando se percató que ya la tenía dura, se deshizo de la correa, me bajó el pantalón y luego la trusa. Me miró y delicadamente lo introdujo en su boca. Lo agarraba, lo succionaba, lo estrujaba contra sus labios que fungían un cosquilleo extremadamente placentero, tal como había sucedido en aquella pecaminosa fantasía. Parecía una niña con su helado de fresa, le encantaba lamer los alrededores, disfrutaba el sexo oral como ninguna otra mujer. Luego se volteó, deslizó sus pantalones por entre las rodillas y empezó a gritar.

- ¡Métemela enfermo!, ¡Métemela!

Y la agarré de la cintura, apretándola contra mi pelvis en convulsión y ella se cogió de uno de los anaqueles mientras yo arremetía una y otra vez, excitado por la deliciosa manera de apretar que tenía. Ella gemía, se mordía los labios: mmmmm, mmmmmmmm.

Yo empezaba a sudar, no parecía estar satisfecha, pedía más:

-¡Sigue, sigue!- empezó a gritar
- Nos pueden ampayar, cuidado...
- ¡Tu sigue enfermo!, ¡sigue!

De pronto, su voz entrecortada me hizo explosionar dentro de su vagina. Ella se lo sacó. Volvió nuevamente al ritual del inicio. Empezó a lamer...y solo hasta cerciorase de que el tamaño del falo iría disminuyendo, dejó de succionar. Se subió el calzoncito, tal y como lo había imaginado, diminuto.

Pero yo me había quedado con las ganas. La blusa de ella seguía en su lugar, mantenía firmes aquel par de senos colosales que apenas lograba cubrir el brazier. Me arrepentí de no haber tomado la iniciativa, estaba por proponerle una segunda chance cuando ella, sin decir nada, lo dijo todo. Siguió vistiéndose, en silencio, sin siquiera darme tiempo a tomar fuerzas para arremeter nuevamente.

No me volvió a hablar. Regresé a mi ventanilla 4 sin mayores presiones. Nuestra relación volvió a ser estrictamente laboral, al menos, eso pensé.

CONTINUARÁ......

;) ..y para los q se quedaron pikado's... Ahi les va'!! ;) :p
 
tiene un estilo similar a este reportaje de las colochas del cucardas...3 historias:

 
Última edición por un moderador:
tiene un estilo similar a este reportaje de las colochas del cucardas...3 historias
A enton tiene el mismo formato haciendo reportajes de burdeles, interesante!!!!
Saludos mañuco jajajajaja
 
Y BUENO Q CREO.. Q COMO AQUI SE PUEDE COLOCAR VARIADO'S.. NO PUEDO DEJAR DE EVITAR QUERER COMPARTIR ESTA HISTORIA QUE MEDEJO DE VERDAD PEGADASO Y COMPARTIRLO CON UD... LA LEI EN EL FORO PEROO SI Q ESTA BUENIISIMAA AHI.. ALLI ESTAA .....
MARINAA....-Marina, la loca de la bóveda
Yo era apenas un imberbe que daba tumbos por la vida. Había decidido irme de casa a los diecinueve años, no había acabado los primeros ciclos de la universidad.......
Leí esa historia en mis primeras visitas al foro, ufff recuerdos, esa marina si que era una loca, algo de ficción no esta mal!!!!
 
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A enton tiene el mismo formato haciendo reportajes de burdeles, interesante!!!!

Es el mismo programa, de repente no te has dado cuenta...saludos recontramañuco jajajja ...
 
hoy repetiran el programa para aquel q no lo vio
 
que si la proxima parte cofra...
 
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a pedido de PUBLICO '!..

Marina, la loca de la bóveda- parte 3



Había vuelto nuevamente a mi labor habitual. Sin embargo, ya nada era
igual. Me rehusaba a contarles acerca del suceso a los compañeros, que muy
extrañados intentaban indagar acerca de mi cambio de conducta. De pronto,
limitaba la mensajería privada a asuntos relacionados única y exclusivamente con
el banco.

Seguía soñando con aquel encuentro en la bóveda, con su boca
succionando una y otra vez mi falo totalmente erecto, las manías expertas de
ella toqueteándome los alrededores de mi pelvis que a ratos, arremetía
constantemente contra su vagina totalmente húmeda. Pero tenía ganas de tocar sus
senos voluptuosos, ahogarme hasta la saciedad lamiendo aquellos vertiginosos
pezones que la situación, el nerviosismo y quizás las experiencia con la cual me
atrapó de improviso, no me permitieron tocar ni una sola vez.

Todas las
noches, cuando regresaba al hotel, tenía que pagar la cuenta del día, que no era
mucho, pero a la larga iba sumando una cifra que pareciese exorbitante. Llegué
puntual, nueve en punto, porque más tarde era exponerse a cualquier tipo de
ataques. Ante mi sorpresa, la recepcionista aseguró que no le debía nada, todo
estaba pagado, hasta el último de los días de aquel mes. Yo insistí en que algún
tipo de error se había suscitado, pero ella aseguró que así era y estaba
prohibida de mencionar el nombre del pagante. Incrédulo, subí a mi habitación
totalmente contrariado y al abrir la puerta, aquellos enormes pechos colosales
hicieron su aparición. Estaba recostada sobre la cama, tenía puesto el uniforme
de trabajo y se había despedido previamente del sastre que llevaba sobre la
blusa.

- Llegas tarde enfermo, ¿ No te da miedo vivir por acá y
exponerte?

Quedé sorprendido.

- Pensé que ya no volvería a
suceder- le dije mirándola con estrépito.
- Me subestimas, enfermo, yo no soy
de olvidar así nomás a mis presas...
- ¿Presas?, ¿A qué te refieres con
eso?
- Que yo huelo a los hombres que se mueren por mí. Tu eres uno de ellos,
se te nota... mírate nada más, estás temblando.

Cómo no iba a temblar. De
la nada había aparecido en mi habitación, pagado el hotel y encima me llamaba a
mí: presa.

- ¿No quieres divertirte acaso?...a ver, dime todas esas
cochinadas que escribías.
- No se me ocurre nada.
- Entonces me
voy...
- No, no, espera.

Sus ojos resplandecieron, se acercó hacia mi
con leves caricias y empezó nuevamente su ataque. Me tocó ahí abajo, luego
empezó a besarme.

- Dime cochinadas, dime cochinadas...
- Estas rica,
me gustaría chuparte las tetas.

Ella se abrió la blusa. Se deshizo del
sostén y finalmente pude apreciarlas: dos montañas firmes, coronadas apenas por
unos pezones rosáceos, duros. Me acequé hacia ellos. Los empecé a lamer, por los
bordes, con la punta de la lengua podía palpar la textura tersa y caliente que
emanaban los fluidos de su cuerpo. Los gemidos intensos vaporizaban mi rostro.
Tenía el aliento fresco, como a menta, eso le daba un toqué aún más placentero.
Nos tocábamos lentamente, casi descubriéndonos uno al otro, a ella le gustaba
que le dijese todo tipo de obscenidades y a cambio, ella me permitía navegar en
cualquier parte de aquel cuerpo deliciosamente apetecible.

Ella se
inclinó, pidió que la penetrara por atrás. Yo me sorprendí, al inicio me rehusé,
pero astutamente ella se pegó hacia mí, dejó sentirse, caliente, empapada y yo,
no tuve otra opción. Atravesé las dos nalgas con un embate furioso. Gritó. Pero
aquello no me contuvo, seguí y seguí hasta al punto de querer acabar. Le avisé.
Rápidamente se agachó, arrancó el preservativo y pidió que la mojara en el
rostro. No lo podía creer, era como si estuviese leyéndome la mente. Y el
disparo cayó sobre su nariz, regándose rápidamente por todo su rostro. Ella
lamía, repitiendo la acción igual que en la bóveda, asegurándose de que el falo
no volvería a erectarse.

A partir de este momento, repetimos varios
encuentros. Prácticamente vivíamos una película porno cada vez que nos veíamos
secretamente. Ella visitaba mi hotel interdiario, a veces, ella abría la bóveda
y aprovechábamos los billetes, los lanzaba hacia el aire pidiendo que la
penetrara. Todo era genial por aquel entonces, las cosas en el banco mejoraron,
me subieron el sueldo y de pronto ocurrió lo inesperado: me enamoré.

Pero
eso, se los cuento en la siguiente etapa de esta historia.

Mañanaaa la ultimaa partee!! ..a primera horaa (y)
 
Ayer estuve con insomnio y viendo la TV me tope con este programita medio calabazón, conducido por la mamazota de OLENKA ZIMERMAN...ta mas buen la tia, y de pronto ohhhhh sorpresas reportaje del Club de Caballeros BAHIA ROSA, o sea el chongo al que vamos todos los cofrades trujillanos...pude ver a la Kine Karina...que se presento como Claudia y que pese al antifaz que le pusieron los Brackets la delataban....contó algunas anécdotas de su vida... y a la gran pregunta...tu crees que haz nacido para esto??? respondio no creo...pero al que le toca...le toca..ni modo!!!!, despues salio la colombia LUNA...tambien con antifas y peluca...también conto pasajes nada afortunados de su vida...y finalmente una tal Daniela...creo que es la del room 23...de igual manera una historia tipo película indu...salieron algunas imágenes del local, los pasillos, los cuartos, pero ninguna Kine Local...eso fue lo extraño...!!! la mas indicada para hablar del bahía seria la Decana del antro la popular Pechuga LUPE...pero no fue convocada...!!!!El video ya debe estar colocado en YOUTUBE...!!!Servidos Muchachos...!!!
 
Completamente servidos :
 
Última edición por un moderador:
Gente que tal, para informarles que ya esta habilitada la opcion galeria de la pagina de BR, aunq solo hay fotos del local, pense que habria de las feminas asi tipo la pagina de las cucardas, pero en fin ojala se animen a subirlas http://www.bahiarosa.pe/,, saludos
 
hoola'..sss cofrade's!! díganme si es cierto que hay una pagina de las cuca'!!.. porq no la encuentro me sale otra pagina cuando kiero ver la info no me sale ni mi.. y la del bahía no tiene fotos de kine's.. (N)​
 
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