Yo conocí Kiara en sus años universitarios, a principios del 2000, se dedicaba a hacer performances, pinturas y poemas. Siempre fue algo loca y putita, paraba contando que fue violada a los 11 años, era muy buena persona, amable carismática y generosa. Ayudaba a personas necesitadas, abandonados y olvidado. Aprendí a respetar y amar, también a olvidar y dejar pasar, era lo que después sería pero sin cobrar, arrasando con todos los que se topaba, amigos, conocidos compañeros. Nos dejamos de ver, un día la vi con tetas y poto nuevo, se arregló la dentadura de cuy, no nos dijimos nada, luego hace un tiempo la vi paseando un perro en miraflores por la espalda de la sangucheria el peruanito. Un día intrigado por su vida actual me puse a buscarla y saltó que se dedicó a la noble profesión de puta. En realidad esa vocación siempre la tenía latente. Desde su época de alumna en un colegio del callao, media universidad tenía su fono, me agrada saber que sigue viva. Luego de tantos excesos. No me puedo olvidar de su trenza larga de mariguana y su culito pequeño y tetas como huevos fritos. Los felicito por haber gozado con sus agujeros con ustedes. Y como puta o estudiante siempre dejo una profunda huella entre los hombres que la conocieron, gozaron y amaron. Diabla cruel eras enanita. Veo que cumpliste tu destino de amar la humanidad, pero de uno en uno. Kiara la puta, o la estudiante universitaria de San Marcos.