Artículo sobre la salida de Aldo Mariátegui, tomado de "Dedo Medio"
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LAS VERDADERAS RAZONES POR LAS QUE BOTARON A ALDO MARIÁTEGUI
LAS RAZONES "TONTUELAS" EXPLICADAS POR SUS EX EMPLEADORES
Por: Jose Villaorduna | February 7, 2013 - 5:33 pm
Como las Madres de la Plaza Mayo, las viudas de Aldo Mariátegui se la han pasado denunciando que en el despido del ex director de Correo hay un claro y repugnante atentado contra la libertad de prensa. Han reclamado la ausencia de cartas abiertas de respaldo, comunicados de IPYS, marchas de solidaridad y cadenas de oración. “¡Por qué sí protestaron con los despidos de Augusto Álvarez Rodrich y Rosa María Palacios, y no hacen lo mismo con Aldo!” era lo que se dejaba entender en medio de los sollozos. El llanto de una viuda es algo que no podemos ignorar en Dedomedio (estamos educados a la antigua), por lo que decidimos emprender una investigación de tan penoso caso. Así que simplemente hicimos lo que nadie había hecho hasta ahora: además de reproducir las versiones de las viudas, buscar la versión de los ex empleadores de Aldito Mariátegui. Esto fue lo que encontramos.
HIPÓTESIS UNO: “¡FUE TOLEDO”
Cuando Aldo fue informado de su despido, no lo podía creer. Así que cuando le dijeron “estás fuera”, sencillamente no lo pudo procesar. Pensó de inmediato que había algo oscuro y turbio tras su salida. “¿Habrá sido la denuncia de la casa de Toledo?”. El primero que salió en público a dar la versión de que una mano negra había pedido la cabeza de Aldo Mariátegui Bossé, fue su gran amigo,
Claude Maurice Mulder Bedoya.
“Y hoy resulta ser, sin duda, una infeliz coincidencia, una auténtica casualidad, un hecho absolutamente fortuito, que justo cuando un medio suelta una información relevante de cómo el entorno familiar directo del señor Toledo puede darse el lujo de comprar al cash una casa en 4 millones de dólares, el director del medio, Aldo Mariátegui, es virtualmente expectorado del cargo y a otra cosa mariposa. Que dicho periodista hubiera sido uno de los más tenaces defensores de la revocación a la alcaldesa de Lima y, al mismo tiempo, pusiera en evidencia un hecho no esclarecido y del cual el Ministerio Público ya abrió una investigación, relativo a su aliado Alejandro Toledo, no es sino, como venimos diciendo, una mera coincidencia. ¡Faltaba más! ¡No hay que ser malpensados!”.
Esa versión no se le habría ocurrido de la nada a Claude Maurice: según nuestras fuentes fue el propio Mariátegui quien se la habría dado. Sin embargo, la primera portada del Correo post Mariátegui desmintió la primera hipótesis conspiranóica:
¡Diablos! Había que buscar otro culpable…
HIPÓSTESIS DOS: “¡FUE FAVRE!”
Entonces, si no había sido Toledo, ¿quién otro podría odiar tanto a Aldo como para provocar su salida? Llegó entonces la versión de
Beto Ortiz.
“¿A quiénes estaba perjudicando realmente el creciente e indisimulable entusiasmo de “Correo” por terminar de tumbarse a la magulladísima alcaldesa Villarán? ¿A Fuerza Social y su futuro político o a las millonarias inversiones de las transnacionales que ya obtuvieron la buena pro de los mega proyectos municipales.? Mmm… tengo la impresión de que Aldo se puso demasiado monotemático y no se lo perdonaron. Tengo la sensación de que se lo dijeron cantando: Você abusou. Tirou partido de mim. Abusou. ¿Presión o negociación? ¿Pressão o o negociação? Esa es la questiao. Mientras tanto, canten conmigo: Você abusou. Tirou partido de mim. Abusou”.
Claro que era imposible que el entusiasmo de Correo por tumbarse a la magulladísima acaldesa Villarán fuese creciente, como señaló Ortiz. Eso hubiese implicado que más allá de las portadas dedicadas (casi 300 desde que Villarán pasó a disputar el sillón municipal con Lourdes Flores), Correo hubiese empezado a contratar paneles y avisos en avionetas. Pero el propio Aldo, en un pimpón bastante coordinado con su compañera de pantalla, Mónica Delta, se encargó de reforzar esta nueva teoría. Imposible no conmoverse con esta parte:
-Aldo Mariátegui: Cuando les pasa a ellos lloran y gritan, arman historias. Yo no soy… yo no lloro… yo no hago esas cosas…
-Mónica Delta: Yo sé que no eres un llorón (ya pasó, ya pasó), pero yo creo que es importante saber qué es lo que ha pasado. A ti te han echado de Correo…
-A.M: Sí, sí sí… sí, sí, yo no he renunciado…
Después, durante casi 10 minutos Aldo se dedica a llor… perdón, a decir por qué consideraba que no debió ser despedido e insinuar que había una mano negra detrás. Pero las portadas de Correo siguieron siendo tan antivillaranistas como lo eran en el periodo Mariátegui:
Los titulares, desde que asumió el nuevo director, han dicho:
El 01 de febrero (2013):
- “Zegarra se quedó sin piso. Transparencia: debate no es pertinente”.
El 02 de febrero (2013):
- “Alan: revocatoria no paralizará obras. Mientras tanto, dos partidarios de Villarán son vacados por el consejo limeño”.
- “¡Qué diría Andrade! Ambulantes se adueñan de la Av. Abancay”.
El 03 de febrero (2013):
- “Villarán amonestada por hacer publicidad con recursos ediles”.
El 04 de febrero (2013):
- “Los lujos de los antirevocadores: ¿Quién paga los carteles de los antirevocadores”.
- “Sangriento desalojo en vano: Ambulantes fundan nueva Paradita”.
El 05 de febrero (2013):
- “La última: jura que le regalan paneles. Suertuda”.
- “Vecinos del margen del río Rímac exigen obras. Villarán se los prometió”.
El 06 de febrero (2013):
- “Seria denuncia de Mulder: carteles del NO carecen de permiso municipal”.
- “¿Y el pacto ético? Agreden a hijo del promotor del SI”.
- “Punta Negra: ejemplo post revocatoria. Obras no se detienen”.
El 07 de febrero (2013):
- “Costo de paneles del NO bordearía el millón de soles. Ya son más de 30″
HIPÓTESIS TRES: FUE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA
“Y bueno”, habrá dicho entonces la Chichi Valenzuela, “si Beto puede salir con que fue Favre, ¿por qué no puedo decir yo que es el Foro de Sao Paulo”, y así no más se mandó con
la más alucinante de todas las teorías conspiranóicas:
Además de reírnos todos, ¿qué más podemos decir sobre esta tesis? Nada.
HIPÓTESIS CUATRO: “EL LADY VAGO”
Como ninguna de estas teorías parecía ser muy certera, decidimos acudir a quienes más que cualquier persona podían saber las razones por las que Aldo Mariátegui fue expectorado de Epensa: la propia empresa. Ahí nos enteramos, a través de fuentes que nos pidieron no ser identificadas, que en los primeros días de diciembre de 2012, sus empleadores (a través del “accionista del 11%”

ya le habían advertido que, de no hacer cambios, sería despedido.
¿A qué cambios se refería el “accionista del 11%”? A uno muy sencillo: “Se le dijo que él estaba demasiado concentrado en la portada y en la página dos del diario (en esta última página es donde aparecen su columna y las tristemente célebres “Chiquitas”

, pero que de la página 3 en adelante se sentía que el diario estaba abandonado”. Una de nuestras fuentes aseguró que incluso en el 2011 ya se le había señalado que era necesario que se hagan cambios, pues el diario era más que las dos primeras páginas. “La razón es la siguiente: la portada del diario la ve la gente en los kioscos, y la columna de Aldo la leen en Internet. Si no se le daba fuerza al resto del diario, disminuían las razones para que la gente siga comprando Correo”.
Y efectivamente, aunque Aldo toreó el tema en su programa al hablar de tiraje y circulación, las ventas y lectoría de Correo habían venido cayendo año a año, como lo señala el estudio de lectoría contratado por la propia empresa (que puede bajarse en
este link) y que Aldo evidentemente debe haber conocido:
Como se puede ver, la caída más fuerte y consistente en la lectoría de Correo, se había dado precisamente en los lectores que la empresa consideraba un bastión de dicho diario: los NSE A, B y C.
Eso no es todo: hubo una orden de los dueños de Epensa para que los directores de todos los diarios se reúnan regularmente para colaborar de acuerdo con sus fortalezas: El Bocón podía apoyar a los demás diarios en el tema de deportes, Ajá con espectáculos, Correo en política, etc. El director de Correo no se presentó jamás a ninguna de las reuniones. Y, de acuerdo con más de una fuente, no solo no colaboraba con los otros diarios del grupo, sino que incluso se permitía ordenar a gritos el despido de trabajadores de los otros diarios por quítame estas pajas.
Tal vez Aldo pensó que esos mensajes, el primero de los cuales le había sido dado en el 2011, eran simples bravatas de sus jefes. Pero el tema sí era bastante serio al interior de la empresa: “A diferencia de los dueños de El Comercio, los Agois son empresarios netamente periodísticos, viven de los ingresos de sus diarios y no de otra cosa”, nos dijo una de nuestras fuentes.
Otra de las razones que tal vez llevaron a Aldo a ignorar las exigencias de sus empleadores es que, aunque su público era cada vez más reducido (lo demuestra el estudio de lectoría), su soberbia había aumentado, tal vez por haber sido nombrado comunicador del año por una revista de moda masculina:
Ok, ok, lo justo, también por haber sido considerado como el periodista escrito más influyente, de acuerdo con la
Encuesta del Poder de Ipsos-Apoyo.
Con esas credenciales, Aldo creyó que podía perfectamente zurrarse en lo que le decían sus jefes.
Pero para cualquier empresario, pagar cerca de S/. 40,000 mensuales (soles más, soles menos, la cifra no fue precisada pero anda por ahí) por solo hacer su columna diaria (una columna para la que, valgan verdades, solo tenía que demorar su ingesta de rivotril, y luego escribir lo que le salía del forro) le otorgaba a Epensa el privilegio de tener al columnista más caro del Perú, pero lo que ellos necesitaban era a un director para el diario.
“Es más, se le ofreció que aún cuando dejase la dirección del diario podría mantener su columna, pero eso no fue aceptado por Mariátegui”, recalcó una de las fuentes.
Entonces, tenemos que Aldo no fue despedido por una conspiración de Toledo, ni de Favre, ni mucho menos del Foro de Sao Paulo. Fue despedido porque se creyó tan indispensable que se zurró olímpicamente en lo que le pedían sus empleadores. Curioso que termine despotricando de sus ex jefes un convencido de las bondades e inclemencias del mercado, quien por ejemplo, tras el despido de Rosa María Palacios dijo:
“Es claro que si no le tienes confianza a alguien -porque lo percibes desleal, o te disgustan sus ataques contra ti u otros, o no aguantas sus insoportables aires de soberbia diva mandona, o le notas una agenda propia- y te cae la oportunidad de no renovarle, pues aprovechas la ocasión. Eso se llama “libertad de contratación” y todos estamos sujetos a ésta: uno trabaja con quien siente confianza.
En toda chamba pasa eso y los periodistas no tenemos corona, aunque algunos lo crean. Y la soberbia egocéntrica a veces hace pensar a algunos periodistas que son los dueños (o las emperatrices) del mundo. No es así. A pisar tierra. That’s it”.
A las palabras de Aldo solo nos queda agregar un oportuno
“juas, juas”…