Mi vida siendo la amante de mi casero a quien llamare David me ha cambiado completamente, aprovechando que mi esposo y mi hijo salen de la casa respectivamente nos entregamos al sexo sin ningún tipo de pudor, como describí en mi anterior relato hacemos el amor en toda la casa: desde la sala, cocina, la cochera, mi recamara y hasta la recamara de mi hijo
me siento deseada, adorada, tan satisfecha de sexo como nunca antes me había sentido, incluso mis amigas me preguntan cuál es mi secreto para mi cambio tan repentino; el secreto es muy simple: una buena ración de sexo.
Gracias a ello mi ánimo ha cambiado, me siento más lozana, ahora visto mucho más provocativa en la calle, minifaldas, leggings, pantalones alicrados con el único objetivo de sentirme deseada, sentirme la milf del barrio, sentirme viva.
Con el tratamiento de David a mi parte más íntima, he llegado a encontrarle muchísimo placer en nuestros encuentros, incluso soy yo ahora quien le ofrece las nalgas ansiosa de su áspera lengua y su imponente verga, si preguntan por mi marido, nuestros encuentros siguen siendo sosos y rutinarios.
La semana pasada mi hijo tenía una reunión de grupo con sus amigos de la universidad, todos chicos de edades similares a mi hijo (20, 22 años) ese día estaba vestida con un vestido floreado que mostraba mis generosas piernas y muslos. Todos me saludaron respetuosamente y se fueron con mi hijo a su cuarto sin embargo note como disimuladamente miraban mis piernas. Yo reste importancia y seguí con mis labores cuando me llamo David.
-Hola culoncita, ahora voy a tu casa a comerme ese culito rico que tienes
.-
-Hola papi, lo siento pero hoy no podrá ser, mi hijo está en casa y han venido con sus amigos respondí muy cariñosa y un tanto desilusionada de que mi hijo malograra mi encuentro con David.
-Sabes que así estuviera tu marido en casa igual iría para que me la chupes, pero dime más acerca de los amigos de tu hijo, cuántos son???, me imagino que se les puso dura al verte, te fijaste en sus braguetas??
-Jajaja, que cosas dices papi, me ruborizas; bueno son 5 amigos no les he preguntado sus edad, y como me voy a fijar en ellos son los amigos de mi hijo - respondí divertida.
-hay culoncita, se nota que no conoces a los chicos, para ellos vas a ser una mujer atractiva así seas la madre de su amigo, es más porque no te pones el legging blanco que tanto me gusta, una blusa escotada, tus tacones y vas vestida así y les ofreces algo de picar, veras como te comen con los ojos
.
-hay papi no se, me da corte que me vean así
además que pensara mi hijo.
-Vamos Jaqui hazlo y te llamo dentro de una hora para que me digas como te fue
Me vestí como me dijo David, me solté mi cabello ondulado, serví en una fuente unos piqueos y puse una gaseosa inka cola con varios vasos para que se sirvan, respirando profundamente fui en dirección de la habitación de mi Hijo.
Cuando ingrese todos veían un partido de futbol, puse la fuente en una mesita pasando frente al TV y note como varios posaban su vista en mis duras nalgas pensé que por la luz debía transparentar el legging, de todos uno de ellos se puso a mirarme descaradamente y hasta hizo cierto comentario con un amigo. Como mi hijo no tomo importancia de lo sucedido, me demore un poco sirviéndoles gaseosa a cada uno doblando mis piernas más de la cuenta, sentía mi cuerpo sumamente excitado y al terminar les pregunte si querían algo más porque me sentía sumamente cansada y que dormiría una siesta, mi hijo dijo que no y me despedí de él con un beso en su mejilla y el amigo que estaba mirándome descaradamente se paró en son de despedirse también, me acerque sin darle importancia y me dio un suave beso en la mejilla, lo mire algo ruborizada y salí del cuarto de mi hijo, este ni cuenta se dio por darle más importancia al fútbol.
Entre a mi habitación entre excitada y avergonzada por mostrar mi cuerpo a unos muchachos que fácilmente podían ser mis hijos, deje la puerta semi abierta, acomode el espejo de mi cómoda y me tendí en mi cama de tal manera que pudiera ver por el espejo si alguien se disponía a espiarme desde atrás, el corazón me latía muy fuerte tenia los senos endurecidos, gire un poco mi cadera dejando un buen espectáculo de mis nalgas, mi sexo me ardía y respirando hondo decidí esperar.
No paso mucho tiempo cuando sentí que la puerta del cuarto de mi hijo se abrió y cerro, alguien caminaba por el corredor tratando de hacer el menor ruido, sentí que se detuvieron en mi habitación, mire de reojo al espejo y era el mismo muchacho que había estado mirándome descaradamente (lo llamare Rafael), miraba mi cuerpo de arriba abajo, se notaba que quería entrar pero su inexperiencia lo hacía dudar, mi corazón latía muy fuerte, como si estuviera en un profundo sueño recogí mis piernas suavemente para que la fina tela del legging se transparentara aún más y mostrara mi ropa interior rosa.
Rafael no perdía detalle de mi cuerpo, y yo no perdía detalle de sus reacciones, estaba embobado mirando mi tremendo trasero, miro a ambos lados y suavemente entro al cuarto, mi corazón se detuvo, cerré los ojos y podía sentir como se acercaba a mi cama, lo imaginaba acercándose con su verga muy erecta, sobándosela, soltando liquido pre seminal; yo instintivamente me arquee mas, le ofrecía mi nalgas sin ningún tipo de pudor, lo imaginaba recostarse a mi lado, pasando sus dedos por mi sexo y hundiendo su cara entre mis nalgas, mi sexo estaba muy húmedo, mi olor a sexo debía llenar toda mi habitación
. Ya no oí pasos solo el latido de mi corazón, sintiéndome la presa de un macho arrecho cuando de repente sonó el teléfono, Rafael retrocedió y salió lo más rápido sin hacer ruido, yo fastidiada porque me malograran el momento fui a contestar, era Rafael quien me exigía que le contara lo que había pasado.
Cerré la puerta me desnude prendí mi vibrador y le conté con lujo de detalles lo que había sucedido, como me había sentido y llegue a un delicioso orgasmo recordándolo, cuando terminamos nuestra charla, me fui directamente a dar un delicioso baño, me envolví en una bata rosa y me quede profundamente dormida.
A la mañana siguiente tenía planeado ir a Miraflores a realizar unos trámites, me vestí con un pantalón alicrado negro y una blusa roja que se anudaba a la cintura, mis zapatos tacón alto y mi cabello ondulado suelto, me gusta cómo se me ve el pantalón porque me resalta las nalgas y como me dirigía a pedir un préstamo pues podrían darme una manito jijijijiji.
Fui en búsqueda de un taxi cuando me cruce con Rafael, me saludo con una pícara sonrisa mientras me recorría de arriba abajo, hablamos poco mientras esperaba un taxi y me pregunto porque no me iba en bus, si me parecía se ofrecía a acompañarme porque le quedaba de camino a su destino, luego de pensarlo un poco termine aceptando.
Note como no perdía detalle de mis nalgas al subir al bus, se puso a mi lado e iniciamos una amena conversación, no perdía oportunidad para rozarme el cuerpo disimuladamente aprovechando las frenadas, o de hablarme cerca al oído con algún comentario gracioso de algún tipo al lado nuestro, luego el bus fue llenándose y disimuladamente se fue colocando detrás mío, como también pegando su pelvis a mis nalgas. Al inicio no le di importancia pero luego sentí su miembro endurecido, con unas ganas de querer liberarse de su encierro para alojarse en mi posadera.
Yo le seguía la corriente y en un momento olvide que era el amigo de mi hijo y disimuladamente pegue mis nalgas frotándome con su pelvis argumentando dolor de espalda, el me miro sorprendido y suavemente paso su mano por mi espalda y la fue bajando hasta posarse en la parte alta de mi nalga derecha.
-Jaqui no se ofenda pero es una mujer muy guapa dijo obviando la palabra señora.
-y tú eres un muchacho bastante galante y mandado jajajaja respondí mientras disimuladamente su pelvis se pagaba más a mí y yo arqueaba mi nalga.
Por un momento dejamos de hablar, había mucha gente y Rafael empezó a frotarse suavemente con mi trasero, por un momento quise separarme pero como nadie lo notaba, me pegue a su entrepierna y yo inicie un suave vaivén muy suave sujetándome de la baranda, uhmmm que bien se sentía, esa verga joven, hinchada, frotándose cada vez con más descaro entre mis nalgas, sentí una de sus manos cogiéndome de la cintura y atrayéndome a él, yo me dejaba hacer mientras sentía como mi sexo hervía, ambos no decíamos ni una palabra, sentía su respiración en mi oreja, su mano cogía mi cadera y su pene se frotaba más fuerte alojándose entre mis nalgas
Nuestros cuerpos no aguantaron más, nos besamos, lamimos nuestros labios y fuimos a un hostal cercano, Rafael me arranco la blusa y se puso a mamar de mis tetas como si fuera un niño destetado, chupaba con fuerza de mis pezones pero lejos de sentir dolor, sentí hambre, hambre de sexo. Desesperados nos arrancamos las ropas y cuando me quito el calzón negro, este estaba incrustado entre mis nalgas lanzo un: Madre mía que culo.
Yo hambrienta de sexo irreconocible me subí a gatas encima de la cama y tomándolo de sus cabellos lo lleve hacia mi culo y le ordene: chúpame el culo!!!
-si señora- fue su respuesta, uhmmm que placer sentir su lengua lamiendo nervioso, ansioso desde mi vagina hacia mi soberano culo, yo gemía excitada, llevaba mi pezón a mi boca y chupaba con fuerza, mi sexo era un charco y Rafael me lamia como un perrito obediente una y otra vez.
-quiero cacharte por favor
.- fue su suplica, pero yo quería sentir su cara en mi culo, así de simple, por eso le propuse un 69. Me coloque encima de él y mientras lamia su verga frotaba mi sexo contra su cara, y el pobre muchacho recibía sin quejarse. Separo mis nalgas con sus manos y hundió su lengua en mi ano, yo me frote en círculos contra él y me vine en un fuerte orgasmo.
Aaahhhhhhhh
Desperté encima de mi cama, sudorosa y completamente mojada, había sido un sueño? Parecía tan real
aun me dolía la espalda como si realmente hubiera tenido una orgía con ese muchacho, me venía a mi mente imágenes estando en 4 y ese chico atrás mío como un perro lamiéndome de arriba abajo ufff, que fuerte.
Debo darme una ducha fría
CONTINUARA