Una aventura con una madura muy especial...

Icelos230680

GOLDEN BOY
Cuenta Verificada
¿Qué tal cofradía? Aquí viniendo a dejar un aporte desde los 90 (osea hace siglos jajajajja)
Espero le agrade.
Bueno, eran mediados de los 90, tendría 20 años, mi vida no era fácil, aprendí en muchos oficios,
pero siempre me vinculaba en el área de servicios, y como siempre te encuentras candentes, dulces
y sensuales compañeras o quizás mujeres a las que les brindas atención por tu trabajo.
En este caso estaba en una compañía inmobiliaria donde realizaba la labor de atención al cliente, eran
bastante demandantes, pero en fin, la preparación de tener paciencia la tenía desde casa. Me daba tentación
pedirles teléfonos a mis compañeras y a las clientas; guapísimas como comenté.
Hubo una compañera en especial de 42 años, Imelda de labios carnosos, caderas estrechas, buen derriere; del cual disfrutaría luego; busto 34 d, piel clara y sonrosada y ese hermoso y largo cabello azabache.
En estos momentos me acuerdo de algo escrito por ahí que va así:

Líbido, diosa de mis oraciones, que humedeces con tus efluvios mi rostro,
desnúdame con tu sapiencia y ternura, cúbreme bajo tu piel y tus
negras crenchas, tan largas como las sábanas de mi lecho, que solo
te rinde culto.
Entonces , al observar su buena disposición decidí ser aplicado, siempre lo soy, esa es una de mis pocas virtudes. En fin me explicaba con paciencia y en rato en rato mis ojos se posaban en los suyos de color café;por cierto muy atrayentes; y aprovechaba para contarme de su vida, que había tenido 3 hijos profesionales,
que andaba muy sola y que a veces no entendía por qué el padre de sus hijos le había engañado. Yo en ese momento muchacho inexperto no atiné a decirle nada, Solo la miré y acaricié levemente su rostro. No sé que tipo de mirada le habré echado que se calmó y procedimos con el aprendizaje. Pasaban los días y ella me saluda más informalmente, a veces cuando estábamos solos se apoyaba en mi hombro, yo solo dejaba pasar, total para mi era un imposible acercarme a ella, no era un gran experto en lides amatorias, y no me percataba.
Un día nos quedamos ordenando hasta las 11p.m. Derrepente ella se quiebra y llora, solo atiné a abrazarle y solo dijo: gracias, no preguntas pero estás, mil gracias. Veo que no pones cara de pendejo y no babeas como el resto. Atiné a decirle:En realidad yo no babeo, no te toco, ni te abordo así por que no puedo, soy tímido, y prefiero no darte una impresión irrespetuosa, eres la fantasía de muchos aquí, la mía también, pero a mi me encantaría darte mucho placer. No me tomes a mal pero es mi forma de verte a ti. Así que olvidemos esto y vámonos de aquí. Ella solo me miró, tomó mi rostro y me dio un dulce beso en la mejilla diciendo: Nunca cambies, las mujeres aprecian la franqueza en los momentos adecuados. Solo atiné a tomarla de la mano y decirle: ¿Sabes? si pudiera podría darte ese placer. Pero no quiero perder el cariño que te tengo, solo por que me arde el cuerpo por ti.
Ella sonrojada me dice: Hablamos mañana tengo que hacer, entonces la acompañé a tomar su colectivo, al momento de subir al transporte me dice: Ven, me acercó al lado que estaba sentada y le pregunté si había olvidado algo y de inmediato me da un beso al cual correspondo, me alejo arranca el auto y...Tan solo atiné a alejarme caminando pensando en su jugoso trasero, en su gentil sonrisa y en sus hermosos ojos café...( Continuará)
 
Continuación...

Luego de nuestro primer beso que fue inesperado y abría múltiples posibilidades, Imelda y yo continuamos igual en el trabajo y
comenzamos a salir. Íbamos a bares, pubs, el cine, en fin y yo todo zanahoria solo la besaba, luego ella me comenzaría reprochar
luego de la tercera cita, que yo, era solo pura boca y nada de acción. No saben lo turbado y sonriente que estaba por dentro.
Entonces, juntando algo de dinero la llevé a Larcomar por que me gusta el mar, fue un domingo la primera vez que la hice mía,
restaurante para almorzar y todo acompañado de un rico y helado vino blanco, luego de ello bajamos por el malecón hacia las playas
y como eran las 5p.m. hacía algo de frío y solo atiné a besarla y abrazarla, me percaté que no hubiese mucha gente. Ups
disculparán olvidé decirles como iba vestida, con enterizo hasta las rodillas color turquesa, el cabello suelto, sandalias planas
y un perfume de jazmín estratégicamente colocado en su escote... Yo estaba a mil controlando una erección, que iba
a reventar el pantalón. Bueno procedimos a prodigarnos caricias en la tarde cómplice y templada, mis manos subían lentamente por
sus piernas formadas, dibujando la trayectoria al paraíso, ese suave y firme trasero que era la dicha de mis manos y
la paja matutina que en ese entonces yo me metía.
Ella solo gemía y buscaba mi boca con sus labios, y a decir verdad deliciosamente besaba. Mientras mis manos se habían
apoderado de ese hermoso y esculpido trasero, mi mano comenzó a acariciar piel, se había puesto un hilo dental con encaje.
Ella no se quedaba atrás, esculpía mi miembro con sus manos, y sus suspiros, gemidos no cesaban... Wow la dicha era mía
y de ella que tan bien la compartía conmigo, fui más atrevido, mis dedos jugaron con su vulva y trasero, y ella se encendió
más me abrazó con tanta fuerza que uno de mis dedos entró en el umbral de su ano, dilatado sí y que tanto placer
me daría. Ella atinó a decir: Espera precioso... (entrecorta y suaviza la voz de una forma sensual, acompañando de una
mirada pícara y entrecerrada) si vas despacio no te niego nada, ante ello solo dije: Deliciosa forma de besarme, excusa
si me apuré, olvidé que el buen vino se apura despacio... ¿Verdad? Ante esto ella solo me tomó de la mano y me dijo:
Sígueme papi, hoy me vas dejar huella como prometiste, no quiero un macho precoz ni acobardado. En ese momento
me puse algo brusco, la tomé con fuerza de sus brazos, se tranquilizó al besarla solo suspiró y le dije:
Cobarde, no es ni mi apodo ni apellido amor... hoy te haré gozar.
Sin más fuimos a la carretera, tomamos un taxi. Me tranquilicé ella buscaba mi boca, mi cuerpo y mi miembro,
le dije: Paciencia, el hotel nos espera, prepárate.
En mi mente inquieta miles de pensamientos cruzaban me decía que me había metido en camisa de once varas,
que necesitaría tamaño garrafón de pene para satisfacer a esta hembra sedienta de placer. Luego me daría contra
la pared de la realidad. Y así fue por fortuna... por fortuna.
LLegamos al hotel y reservamos una habitación matrimonial y decidí ir en el ascensor para llegar pronto
mientras en una descuido de ella tomé sus pechos y los acariciaba... Fui más avezado y pelizqué sus pezones,
mientras mi boca no dejaba de besarla y sus manos no cesaban de apretar mi trasero (que pena soy tabla jajajaja)
Llegamos a la habitación, al cerrar, si yo creía que era apasionada, se volvió una loba, con los dientes afilados,
rostro hambriento de mi falo, que bien al corriente del placer la pondría. Besó, arrancó mi ropa y ella se desnudo
en un tris-tras. Tan solo me dejé llevar y me concentré en sus pechos en los lunares que los adornaban. Succioné,
besé y mordí con suavidad y premura sus pechos mientras mis manos se perdían su clítoris que hinchado me pedía
a gritos ser acariciado por mi boca; la adrenalina que esto producía en mi; me hizo llegar, eyaculé mas no me amilané
ella tan solo procedió a ponerse en cuclillas, y darme un fellatio que no solo limpió mi miembro sino que lo endureció
en acero y me dijo: ¿Tanto me deseas? Acércate y cómeme la vagina mi amor y sabrás que tan cerca estoy del orgasmo
y yo sin hacerme rogar besé, chupé y deslicé mi lengua de forma suave y a los 3 minutos ella dejaba manar su río
de dicha en mi boca (literalmente era un mar de jugos vaginales dulces, que junto con el aroma de su piel me volvían loco)
Ella solo sonrío maliciosa y me dijo: Espero estés listo, quiero que me llenes toda y me trates como tu puta mi amor...
como la puta más fina que te has comido... con una pasión grande y un toque de dulzura ¿Sí? Yo solo atiné a decirle:
Sí mi puta quieres ser, ten por seguro que te llenaré con frenesí y de alma voy a castigarte mi zorrita, mi puta preciosa...
Ella solo decía: Sigue hablándome así me gusta, mientras le decía eso al oído mientras la acariciaba toda, ella llevó
su mano a la entrada de su bien dilatado y gozoso ano y ella se estimulaba el clítoris y solo me decía al oído que iba bien
que se venía el segundo.
Luego de ello por uno 15 minutos más, ella me empujó a la cama y procedió a morderme los labios y de sopetón, se clavó
mi pene en su vagina, jugosa fuente de placer suyo y mío.. Luego de estar encima lo hicimos en perrito, un orgasmo más
y yo dichoso de prodigarlo, y luego ella me dijo: Mi amor pruébame, me retiré y así ella en cuatro, lamí su vagina y era
dulce y salado su efluvio que me roció en el rostro, decido aumentar la velocidad de las lamidas y leves mordidas a su clítoris
y ella me premia con una dorada lluvia... Sí su espasmo fue tan fuerte que se meo en mi cara y yo sorprendido solo dije:
Vaya, ella algo avergonzada se tapaba... Yo solo le dije: amor sigamos a mi no me afecta. Lamí el resto de la orina, y le dije:
Ahora voy yo, e inmediato sus piernas a mis hombros fueron a dar, solo que decidí variarla para penetrar más hondo, sacrifiqué
velocidad para hacer planchas y mi pene entraba y salía con lentitud pero firmeza y ella alcanzó su orgasmo nuevamente. Aunque no
lo crean fue difícil aguantar, y solo me tendí, ella dijo: mi amor prepárate, y me puso sus culo en mi boca, yo solo procedí hacerle
un black kiss rudimentario, lamí el ano y sus nalgas, ella se dejaba llevar y comenzó con las sentadillas en mi rostro y luego
ella en un cowgirl invertido se la introdujo en su culo, que aceptó sin remilgos mi miembro, ella recostó su espalda en mi pecho
y yo desde abajo penetraba y me dijo cuando te vengas avísame, Luego de unos momentos ella se acarició con velocidad su clítoris
y se vino y le dije: ME VENGO ella se salió y me dijo: córrete en mi boca y le dí toda mi savia sin remilgos ni reservas.
Luego de ello nos hicimos más íntimos, la iba a dejar a su casa luego del trabajo, a veces me quedaba a dormir allí,
el sexo era magnífico, lo único malo era que le preocupaba el que dirán. Decidimos alejarnos, pero nos fuimos en buenos
términos. No sé que será de su vida. Pero le agradezco que me enseñara a como tratar a una mujer en estos avatares
Ni como copa de cristal, ni como un burdo objeto... Un saludo a quien ella mismo se denominaba mi dulce y tierna
puta y yo su AMANTE sin remedio.
Espero les guste saludos
FIN
 
Yo creo que si no hubieras dicho tanta huevada y haber sabido tocar y morder en los puntos G del cuerpo te la comías con mas frenesí , tu relato es muy chuli , ordinario pero por otro lado buen polvo .
 
Un relato de los 90 amerita recordar estos tiempos con el rock de los 90
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