parrokiano23
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La tal Brenda chamita te tenía loco por lo que veo buena cofrade ahí que aprovecharAprovecharé para ponerlos en contexto y describir a cada una. Yo conocí a yulissa a inicios de marzo del 2018 cuando me peleé con mi enamorada de ese tiempo. Yulissa me presenta a Brenda por quincena de mayo de ese mismo año.
Yulissa es pequeñita, más baja que yo. Senos pequeños pero un señor culo, iba al gym, y ese derrier estaba acorde a su talla. De cabello negro largo muy largo, usaba lentes de contacto y se le veía bien. De piel blanca y suave, su boquita era de labios metidos, cuando la besaba no se podía aprovechar mucho, pero si era buena para el mamey. En ese tiempo tenía 18 añitos.
Brenda es de mi tamaño, de talla regular. Muy buen senos y culo mas pequeño que la de yulissa pero de un derrier más paradito y durito, sin ir al gym. Cabello negro corto, hasta el cuello. Sus ojos son hermosos, impactantes y eran reales, de un color claro. Su piel también es blanca y suave, de labios carnosos, disfrutaba besarla. Ella tenía 22 años en ese tiempo.
Bueno, continuando con mi historia. Brenda me saluda y me presenta a su amiga, llamaremos Karen. Describiendo a Karen, ella era un par de centímetros más alta que Brenda, cabello amarillo (gringa como le decimos nosotros o catira como le llaman los venezolanos), no tenía la cinturita que tenía Brenda o yulissa, pero no desentonaba, es más agarrada, vientre plano igual. Buenos senos y buen derrier, de piel blanca. Y resaltaba su carita de inocente y hasta su manera de hablar, era muy arrechante e inocente. Tenía 19 años. Muy hermosa la chama también.
Yo todavía no bajaba de la camioneta, así que manejé unos metros para cuadrar. Me bajo de la camioneta, Brenda me abraza y me da un beso en la mejilla. Yo me acerco a karen y la saludo. Ellas van caminando adelante hacia la puerta y yo me voy ganando con sus piernas, y alucinaba y trataba de adivinar que color de calzón podían tener. Miraba más a karen, Brenda para mí gusto estaba mejor pero saben que la nueva siempre genera más morbo.
La casa era pequeña, solo tenía un piso, el segundo piso solo servía para tender ropa, tenia puerta levadizas para guardar carro. Entramos y Brenda me invitó a sentarme en su pequeño comedor, me acomodé mientras Brenda se fue a la cocina. Me quedé con karen e hicimos plática de cosas banales, que tiempo tenía aquí, como conoció a Brenda, como estuvo su viaje hasta aquí. Ellas vinieron por tierra. Brenda regresó con las arepas y aprovechó para presentarme a los que vivían ahí.
Brenda: bebé, ella es mi mami y ella es mi hermana. Y esta princesita es mi sobrinita.
Llamemos Angie a la hermana, ella es del mismo tamaño de brenda, más delgada, no tenía el cuerpo de ninguna. Senos pequeños, derrier pequeño, no era fea, pero tampoco era una belleza. De 24 años, cabello largo y negro, a primera impresión llamaba mucho la atención sus labios carnosos. Ella tiene una hijita muy bella de 2 años y muy querida por Brenda. Como es muy común, el padre de esa niña estaba en Venezuela y separado de Angie.
La mamá de Brenda y Angie, era una señora de masomenos 45 años, sin mucho que detallar.
Mamá: hola, espero te guste las arepas
Angie: ¿ya la habías probado antes?
Brenda: Claro, si fue novio de yulissa.
Yo: jajajaja
Mamá: en Venezuela lo común es comerse dos como mínimo, así que se me come todo que yo los hice.
Yo: yo pensé que las hizo Brenda.
Angie: noooooo, ella no se mete en la cocina.
Brenda: shhhhhhhhh, silencio
Todos: jajajajaja
Angie: osea ¿es verdad que fuiste novio de yulissa?
Yo: no, no, sólo salíamos pero nunca nos hicimos novios
Mamá: que bueno, así será yerno mio.
Angie: (hablándole a su hijita) mira, ya tienes tío.
Brenda: shhhhhh, silencio de nuevo.
Todos: jajajajajajaja
Se despidieron de mi, diciendo que se iban a dormir, de reojo miraba a karen, es que esa manera que estaba vestida llamaba mucho la atención. Se quedaron Brenda y su sobrina conmigo en la mesa.
Brenda: ¿quieres que te brinde agua?
Yo: ¿eso si sabes hacer?
Brenda: ja ja ja (en modo sarcasmo) claro que si, bobo
Brenda fue para la cocina, veía como se iba, y alucinaba dándole duro en la cocina, su cuerpo ya me estaba volviendo loco.