Cuando llegue a Perú me puse a trabajar de ambulante en los semáforos, vendía de todo bebidas heladas, marcianos (justo llegue en verano), luego empecé con las golosinas y bebidas calientes. No me iba mal pero tampoco es q se ganaba mucho, me daba para pagar el alquiler del cuarto con baño compartido a Desiree, para comer y mandar dinero a mis familiares. Fue ahí q paso mi encuentro con Desiree. Después de un tiempo conseguí otro trabajo más como limpieza en un edificio de departamentos. Pude tener más ingreso y me mudé de la casa de Desiree a un cuarto q tenía baño propio. Trabajaba en las mañanas en el edificio y en las tardes como ambulante. Cuando trabajaba de ambulante aveces veía a peruanas lindas, pero la mayoría serías, una q otra te regalaba una sonrisa y muy pocas un guiño. Eso me la cortaba un poco pero después de lo q paso con Desiree, entendí un poco a las peruanas y me animé a ser más mandado.
Me acuerdo de una cobradora de combi, Elena, tenía 25 años, trigueña, de proporciones gruesas pero con tremendas tetas y con un culo carnoso. Ella trabajaba con su papá, q era el chofer de la combi. Ella siempre compraba bebidas para su papá. Al principio solo se limitaba a comprarme las bebidas, pero poco a poco y con paciencia le comencé hacer el habla y a q me tenga más confianza. Me decía, chamo un agua o una maracuya. Me preguntaba cómo iba las ventas, como me iba en el país y hasta q me pregunto si tenía novia peruana. Yo le respondía q no, si quería ser ella la primera. Se reía pero su papá la llamaba, parece q le incomodaba q hablara conmigo. Un día su papá no estaba de chofer, sino un chico más joven, q era su amigo. Le pregunte q paso con su papá y me dijo q se enfermó. Yo le dije lo bueno es q ahora ya podemos hablar lo q dure el semáforo. Ella se ríe y se disfuerza y yo aprovecho y le pido su numero y me la da. Ese mismo día le escribí y empezamos a chatear. Me dijo q estaba soltera y q no quería nada serio. Perfecto para mi. Paso días y el chateo se puso más caliente. Le mandaba fotos sin polo o haciendo ejercicios pero ella no me mandaba nada se hacía la difícil.
Después de unos días quedamos en salir, fue un sábado en la tarde. Fuimos al centro de Lima, era la primera vez q iba por allá y me encanto, luego fuimos al cine. Mientras veíamos la película nos besamos. Nos pusimos caliente y le hice agarrarme el guevo por encima de mi pantalón. Saliendo del cine le dije para entrar a un hostal y me lo acepto en una. Ya en el cuarto del hostal le dije q me debía sus fotos, q yo le mande varias, así q me la tenía q enseñar en vivo. Ella se rió y me dijo q se le había borrado las fotos y q ya no se acordaba las q le mande, yo me mande y le dije si quieres te las vuelvo a mandar o te lo enseño en vivo. Ella se rió y entre risa me dice a ver. Yo le dije normal lo hago y me baje el pantalón pero no el boxer. Ella se ríe y me dice, q el bulto se ve grande y se caga de risa pero nerviosa. Le dije q lo baje para q vea q tan grande es. Se pone a pensarla y luego de un rato me empieza a tocar el bulto, luego mete su mano por debajo del boxer y me dice, dios mío q gruesa q es. Luego se arrodilla ante mi y acerca su cara a mi bulto, baja mi boxer y mi guevo sale disparado, hacia su cara. Ella me dice: es inmensa. Procede a metérsela a la boca, la chama era una experta mamandola, me lo masturbaba con fuerza, luego yo le agarro de la cabeza y le follo la boca. Cofras llevaba tiempo q no cogia con nadie, la última había sido Desiree. La leche la tenía en el guevo a punto de salir. Se lo dije a la puta esa, se me va a salir la leche, q bajara el ritmo. Elena me responde: vente nomas, dame toda tu leche. Comienza a acelerar su mamada como una desquiciada. Si bien es cierto la leche la tenía a punta de salir, no me salía. La perra se desesperaba y me lo masturbaba con la boca, con más rapidez y fuerza y en esa desesperación aveces sentía diente. Yo en la primera le dije despacio pero seguía haciendo lo mismo. En la siguiente le dije: con cuidado perra. Pero la perra seguía desesperada por mi leche, le volví a regañar tratándola como perra y en una le meto una bofetada y a ella ni le importo, seguía mamandola desesperada. Ya no aguante más, le agarro de la cabeza y hundo mi guevo en su boca y comienzo a eyacular en su boca, bote toda la leche guardada, era bastante. Ver a esa perra como se le desparramaba la leche por los lados de su boca fue riquísimo. Luego abrió su boca y sacó su lengua para enseñarme toda la leche q tenía en boca. Cerró la boca y se lo paso, se relamió alrededor de su boca y luego se volvió a meter mi guevo en su boca para limpiarmelo. Luego siguió mamando mi guevo hasta q me la puso dura. La ropa voló y le comencé a dar de alma. Le di en 4 en un sofá q había en el cuarto. Le apretaba las tetas, le jalaba de los pelos y le abofeteaba las nalgas. Luego la cargue y la comencé a coger en el aire contra la pared. La perra se empezó a mojar y su líquido me caí en los pies. Termine eyaculando dentro de ella, mientras la perra gritaba con ganas.
Ya se hacia tarde y su papá la estaba llamando se fue a bañar pero yo estaba prendido, la seguí hasta la ducha y me la cogí ahí también. Nunca tuvimos nada serio, solo nos veíamos de vez en cuando. Tiempo después me llama Desiree y me dice q me extraña, donde vivía, q quería verme. Como ya no vivía en su casa, ya no le incomodaba entrar a mi nuevo cuarto, le daba igual quien la viera, total no la conocían. Así estuve esos tiempos unos días con Desiree y otros días con Elena pero no fueron las únicas, conocí a otras peruanas como ambulante y también en mi nuevo trabajo.