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10 Years of Service
Hola todos, este es un relato que me pasó durante mi época de estudiante
Tenía en ese entonces 20 años, por el problema que siempre les comenté (mi tamaño de miembro)
siempre me acobardaba y solo era usuario semanal del 71/2. Un chongo altamente conocido en Piura.
Estaba en ese entonces trabajando de seguridad para una conocida agencia, cuidaba en una fábrica
textil, mi vida era rutinaria y algo aburrida, salía poco, y como siempre fuí un médico frustrado, causas
económicas fueron la causa, alternaba entre lecturas médicas, eróticas, salidas en solitario al chongo, trabajo
y mis estudios en el área de mantenimiento.
Durante un tiempo me fuí al hospital Santa Rosa, para las prácticas, y bueno los muchachos y muchachas
intentábamos hacerlo entretenido y nos apoyábamos. Teníamos una tutora bastante joven de 30 años aproximadamente. Le recuerdo delgada,morena, 1.60 cm de estatura, talla de brassiere de 34 d,cabello lacio, de rostro adusto y entrecejo marcado, pero un rico culo tonificado y notorio;a pesar del overol de trabajo; le encantaba los calzones tanga y usaba licras y jeans apretados al momento de salida. Llamémosle Claudia
Una curiosidad, es que saliendo del trabajo era amable, tratable y con chispa. En una de las prácticas lamentablemente; cometí un error grave; rompí la bioseguridad, por que el laboratorio de muestras hubo una fuga de agua servida y entro sin máscara, para evitar que se extienda, la mayoría me felicitó pues contuve la fuga solo. Ella llega toda enojada y en lugar de reñirme, directamente me abofetea y me dice:
C: Oye imbécil, tienes que colocarte todo, te enfermas ¿Acaso te quieres morir? Eres idiota y no deberías estar aquí por estulto e irresponsable
I: Mil disculpas, comprendo mi error, la próxima vez que me toque el rostro me defenderé... Paso a retirarme sargento.
Ella se puso roja y solo espetó: A mi oficina.
Yo la sigo, ella roja y con los puños apretados, camina rápido, y sin mirarme derrepente me dice
C: Apúrate, que estás a una pisca de largarte de aquí...
C: Encima lo retas a una, no entiendes que soy tu superior.
Yo no le atiné a contestarle nada, no la iba hacer mártir, en fin. Llegamos a su oficina y viene el café (reprimenda)
C: Tú eres imbécil ¿ Qué te piensas que eres al decirme sargento? Pedazo de estúpido, soy mujer
y tu jefe, que sea la última vez que me tratas con irrespeto o te hago echar ¿Entendiste bestia?
C: Y encima ahora no dices nada y solo me miras ¿Qué te alucinas huevón?
Una mujer bastante soez como verán. Yo me dije a mi mismo: Icelos contrólate, contrólate, recuerda que siempre hay con jefatura.
C: Y no quiero más quejas de tí ¿Comprendido?
I: Un momento yo.... Me interrumpe con un empujón.
C: ¿Qué vas hablar animal? ¿Qué vas a decir? No tienes excusa.
I: En primer lugar deje de gritar, segundo, los insultos se los guarda. Qué sea la última vez que toca mi rostro o me insulta ¿Entiende? Sino caso contrario tendré que defenderme
C: ¡Cállate animal! ¡A mi no me faltas ni me ninguneas ! Yo te puedo sacar en el rato que me de la gana.
I: Una lástima que un tutor, sea tan poco educado (a) para corregir, aprovecha su cargo para humillar, es una cobarde.
Ella de pronto pretende encajarme un golpe al rostro, el cual detuve sin problemas y apreté su puño. Se observaba en su facies dolor debido a la presión que ejercía en su puño.
I: Me largo... Nos vemos mañana
Ella visiblemente turbada no atinó a decirme nada.
Al día siguiente. Todos los trabajadores de planta me miraban contentos y uno me animó a tomar desayuno con ellos. Y otro me dijo sin más: Gracias por ponerla en su lugar.
Me hacen llamar a la oficina de la tutor, ella sentada me dijo de forma lacónica y fría
C: SIÉNTESE Icelos.
I: Gracias ¿Cúal es el problema?
C: Me sobrepasé ayer, no deseo que se vuelva a repetir estos eventos, entenderás mi estrés, no quiero que se contaminen o dañen.
I: Ok, no sucederá otra vez ¿Algo más Jefe?
C: No.
I: Con su permiso, y seré discreto
C: Gracias-mientras que su rostro dejó de tener ese rictus marcado de seriedad.
Luego de irme, sucede un nuevo evento con una compañera de prácticas, Laura se llama, bien cariñosa y alegre, y resulta que se impregna de material corrosivo, la ayudo a ir al lavabo más cercano y hago guardia en la puerta del baño, se había impregnado con ácido muriático.
Entonces llega la jefe y me pide explicaciones
I: Laura sufrió un accidente con ácido muriático le ayudé vertiendo agua, se está cambiando
C: ¿Ves? Ay estos muchachos son los peores que he entrenado, primero tú portándote como imbécil y ella te sigue con otro problema. Ustedes son brutos, huecos y no merecen estar acá.
I: ¿Laura ya estás cambiada?
L: Si, amoroso...
C: Si ustedes están en algo, no busquen excusas para culear en el trabajo
I: Eres imbécil Claudia, tienes en el cerebro, ya me hartaste pedazo de cojuda.
Ella temblaba de pies a cabeza, y se puso roja y llorosa, yo no le retiraba ni un ápice
de mi mirada.
L: ¿Icelos estás bien?- al ver mi visible enfado.
I: Nada, renuncio...
C: A mi oficina ¡Ya par de idiotas!
La seguimos, y nos salió con una charla sobre las relaciones del trabajo, sobre la bioseguridad. Duró como 20 minutos Laura se va llorosa. Yo me quedé, había hecho una advertencia, la cumpliría.
C: última vez que me insultas ¿Queda claro imbécil?
I: Es la última vez que usted lo hace...
Me fuí dándole la espalda, mientras ella gritaba de forma destemplada, yo ni volví a voltear... Hasta qué
C: Cabrón, como todos, no respetan. Su madre debe ser...
En un acto reflejo retorné y la miré de nuevo profunda, con el ceño fruncido, y me acerqué tanto que se intimidó
I: Sí eres bien mujer, evita hablar de mi madre ¡ Pendeja!
C: Te aprovechas que eres fuerte...
I: ¡Cállate! Aún no he terminado contigo
C: ¿Qué me vas a hacer?
I: ¿Yo? Tirarte una buena bofetada para que respetes...
Ella se encogió y se puso pálida y con temor seguía delante mío pero lejos de ser una fiera
era solo una gatita mojada y temerosa.
Me retiré dando un portazo.
Terminé y me encontré con Laura.
L: Gracias por apoyarme y perdóname por dejarte solo
I: Vamos charapita linda, ya fue-cuando lo dije la miré profunda y tiernamente..
L: Me sonrojas negrito
I: Pues, eres linda para mi y para muchos.
L: ¿Porqué no me has dicho? ¡Ay negrito bien tierno eres!
En eso me acerco y le doy un beso en la frente y ella de pronto se levanta de puntillas y me besa con lengua.
I: ¡Wow! Si estuvo intenso y rico
L: pues vamos a celebrar, por el beso.
I: A la salida ¿sí? Vino o chela
C: Chela vamos algún pub bonito.
I: Ok nena nos vemos a la salida.
C: Ya amor, nos vemos a la salida.
Ella se va y contonea de forma más marcada sus caderas, es una linda pucalpina de tez blanca, 22 años, ojos pardos, ondulada con el cabello hasta la cintura, labios intermedios y muy sensitivos. Mide 1.60 de estatura, Busto 38 b, pecas en su rostro. Con un dejo no tan marcado, pero arrechante cuando decía amor...
Salimos a las 8.00pm, yo vestido con mi jeans negros, zapatos negros y camisa azul. Ella con su enterizo hasta las rodillas, de estampado floreado que realzaba sus pechos y generaba una combinación simétrica entre sus ojos, color de piel y el vestido.
La pasamos bien, tomando chela y sangría. Ella me robaba besos y en todo el momento me apretaba el trasero. Nos animamos a bailar un par de salsas, algo de rock y cumbias.
Saliendo a las 3.00am del pub salimos para pedir taxi, no habíamos quedado para un hostal o algo. En el interín de espera del taxi, ella me tomaba de los flancos de mis piernas, mientras nuestras lenguas jugueteaban sin parar. De pronto nos miramos y sin decir nada... Entramos a un taxi sin consultar precio ella encima mío mientras me susurraba que se encontraba con ganas
L: Negro precioso, tengo ganas de hacerlo
I: Yo también Lau, ¿¿vamos a un sitio o prefieres mi casa??
L: Tu casa.
Llegamos a mi modesto cuarto, y al entrar, nos arrancábamos suspiros , al besarnos, al tocarnos y un jadeo por parte de ella cuando la apegué a mi pecho de modo que lamía y mordía su cuellos y entre sus nalgas sentía mi erección.
L: Ah, ah ah. Mi amor sácame todo....
I: Sí. vamos a la ducha.
Mientras nos caí el agua helada, salía vapor nuestros cuerpos calientes, no cesaban de reconocerse.
Me devoré sus finos hombros, le halaba del pelo de forma suave y mordía de forma suave su cuello, mientras que mi mano exploraba sin estorbos su jugosa y dulce flor con escaso vello.
L: Icelos ¡Me arrechas tanto! Cómeme la cuquita
Y degusté, penetré con mis dedos, mordí los labios mayores.
L: Me voy a venir ¡Sigue, sigue no pares! ¡Ahhhhhhhh!
En ese grito, lamentablemente es bien gritona, tuvo su segundo orgasmo.
Procedió a comerse mi pene, hacía unos sonidos como quien se come una paleta.
En esos momentos entre un trance, por la arrechura, la cargué y la penetrá con sus piernas en horcajadas
mientras me mordía los labios.... Tuvo sendos orgasmos y aún no eyaculaba
Pasamos a la cama, ella sola se puso en cuatro y culo en pompa.
L: Házmelo así, me encanta esta pose.
I: Voy nena.
Para esos momentos sus gritos y jadeos retumbaban la habitación y yo estaba por venirme...
L: Dámelo por favor.
I: Ya estoy a punto
Ella se sale me da una mamada bien rica y mientras frotaba de forma suave mi glande. Mientras mi lengua estaba con ganas de ponerla en 69 para terminar y así lo hicimos. Ella se venía y se bebió mi semen.
L: Hummmm eres intenso negro
I: Y eso que la tengo chiquita sino imagínate.
L: Nada ñaño todo chevere. Me encantó
I: Idem. así lo sentí y me hiciste venir bastante
L: Ufff tú atrás no te quedas.
I: JAJAJAJAJA.
Nos dormimos abrazados y desnudos. Al día siguiente llegamos al hospital y de la mano, ella estaba contenta de la misma forma yo, quedamos como amantes y lo que surja, nada de ataduras... Gocé tanto con esa nena que hasta inicié en el sexo anal.
Entretanto nos vió Claudia (la jefe) solo saludamos y no le tomamos importancia.
Me llama la jefe a las 12.00m
C: Te he visto de la mano con Laura, por favor no nos hagas quedar mal. Sus cosas afuera del trabajo
I: No se preocupe soy consciente de eso.
C: Queda claro, muy bien
I: Con permiso
Y antes de que me vaya, me llama la jefa, sobre asuntos laborales y que me proponía un ascenso por mi carácter y me ve como jefe de grupo de las prácticas. Que solo tenía que responder ante ella.
Yo acepté, seguí teniendo mis citas con Laura... Ufff era hermosamente arrechante, entregada, sensible, sumisa y activa de acuerdo a como se sienta.
Continuaré luego, tengo trabajo, espero no haberles aburrido
Tenía en ese entonces 20 años, por el problema que siempre les comenté (mi tamaño de miembro)
siempre me acobardaba y solo era usuario semanal del 71/2. Un chongo altamente conocido en Piura.
Estaba en ese entonces trabajando de seguridad para una conocida agencia, cuidaba en una fábrica
textil, mi vida era rutinaria y algo aburrida, salía poco, y como siempre fuí un médico frustrado, causas
económicas fueron la causa, alternaba entre lecturas médicas, eróticas, salidas en solitario al chongo, trabajo
y mis estudios en el área de mantenimiento.
Durante un tiempo me fuí al hospital Santa Rosa, para las prácticas, y bueno los muchachos y muchachas
intentábamos hacerlo entretenido y nos apoyábamos. Teníamos una tutora bastante joven de 30 años aproximadamente. Le recuerdo delgada,morena, 1.60 cm de estatura, talla de brassiere de 34 d,cabello lacio, de rostro adusto y entrecejo marcado, pero un rico culo tonificado y notorio;a pesar del overol de trabajo; le encantaba los calzones tanga y usaba licras y jeans apretados al momento de salida. Llamémosle Claudia
Una curiosidad, es que saliendo del trabajo era amable, tratable y con chispa. En una de las prácticas lamentablemente; cometí un error grave; rompí la bioseguridad, por que el laboratorio de muestras hubo una fuga de agua servida y entro sin máscara, para evitar que se extienda, la mayoría me felicitó pues contuve la fuga solo. Ella llega toda enojada y en lugar de reñirme, directamente me abofetea y me dice:
C: Oye imbécil, tienes que colocarte todo, te enfermas ¿Acaso te quieres morir? Eres idiota y no deberías estar aquí por estulto e irresponsable
I: Mil disculpas, comprendo mi error, la próxima vez que me toque el rostro me defenderé... Paso a retirarme sargento.
Ella se puso roja y solo espetó: A mi oficina.
Yo la sigo, ella roja y con los puños apretados, camina rápido, y sin mirarme derrepente me dice
C: Apúrate, que estás a una pisca de largarte de aquí...
C: Encima lo retas a una, no entiendes que soy tu superior.
Yo no le atiné a contestarle nada, no la iba hacer mártir, en fin. Llegamos a su oficina y viene el café (reprimenda)
C: Tú eres imbécil ¿ Qué te piensas que eres al decirme sargento? Pedazo de estúpido, soy mujer
y tu jefe, que sea la última vez que me tratas con irrespeto o te hago echar ¿Entendiste bestia?
C: Y encima ahora no dices nada y solo me miras ¿Qué te alucinas huevón?
Una mujer bastante soez como verán. Yo me dije a mi mismo: Icelos contrólate, contrólate, recuerda que siempre hay con jefatura.
C: Y no quiero más quejas de tí ¿Comprendido?
I: Un momento yo.... Me interrumpe con un empujón.
C: ¿Qué vas hablar animal? ¿Qué vas a decir? No tienes excusa.
I: En primer lugar deje de gritar, segundo, los insultos se los guarda. Qué sea la última vez que toca mi rostro o me insulta ¿Entiende? Sino caso contrario tendré que defenderme
C: ¡Cállate animal! ¡A mi no me faltas ni me ninguneas ! Yo te puedo sacar en el rato que me de la gana.
I: Una lástima que un tutor, sea tan poco educado (a) para corregir, aprovecha su cargo para humillar, es una cobarde.
Ella de pronto pretende encajarme un golpe al rostro, el cual detuve sin problemas y apreté su puño. Se observaba en su facies dolor debido a la presión que ejercía en su puño.
I: Me largo... Nos vemos mañana
Ella visiblemente turbada no atinó a decirme nada.
Al día siguiente. Todos los trabajadores de planta me miraban contentos y uno me animó a tomar desayuno con ellos. Y otro me dijo sin más: Gracias por ponerla en su lugar.
Me hacen llamar a la oficina de la tutor, ella sentada me dijo de forma lacónica y fría
C: SIÉNTESE Icelos.
I: Gracias ¿Cúal es el problema?
C: Me sobrepasé ayer, no deseo que se vuelva a repetir estos eventos, entenderás mi estrés, no quiero que se contaminen o dañen.
I: Ok, no sucederá otra vez ¿Algo más Jefe?
C: No.
I: Con su permiso, y seré discreto
C: Gracias-mientras que su rostro dejó de tener ese rictus marcado de seriedad.
Luego de irme, sucede un nuevo evento con una compañera de prácticas, Laura se llama, bien cariñosa y alegre, y resulta que se impregna de material corrosivo, la ayudo a ir al lavabo más cercano y hago guardia en la puerta del baño, se había impregnado con ácido muriático.
Entonces llega la jefe y me pide explicaciones
I: Laura sufrió un accidente con ácido muriático le ayudé vertiendo agua, se está cambiando
C: ¿Ves? Ay estos muchachos son los peores que he entrenado, primero tú portándote como imbécil y ella te sigue con otro problema. Ustedes son brutos, huecos y no merecen estar acá.
I: ¿Laura ya estás cambiada?
L: Si, amoroso...
C: Si ustedes están en algo, no busquen excusas para culear en el trabajo
I: Eres imbécil Claudia, tienes en el cerebro, ya me hartaste pedazo de cojuda.
Ella temblaba de pies a cabeza, y se puso roja y llorosa, yo no le retiraba ni un ápice
de mi mirada.
L: ¿Icelos estás bien?- al ver mi visible enfado.
I: Nada, renuncio...
C: A mi oficina ¡Ya par de idiotas!
La seguimos, y nos salió con una charla sobre las relaciones del trabajo, sobre la bioseguridad. Duró como 20 minutos Laura se va llorosa. Yo me quedé, había hecho una advertencia, la cumpliría.
C: última vez que me insultas ¿Queda claro imbécil?
I: Es la última vez que usted lo hace...
Me fuí dándole la espalda, mientras ella gritaba de forma destemplada, yo ni volví a voltear... Hasta qué
C: Cabrón, como todos, no respetan. Su madre debe ser...
En un acto reflejo retorné y la miré de nuevo profunda, con el ceño fruncido, y me acerqué tanto que se intimidó
I: Sí eres bien mujer, evita hablar de mi madre ¡ Pendeja!
C: Te aprovechas que eres fuerte...
I: ¡Cállate! Aún no he terminado contigo
C: ¿Qué me vas a hacer?
I: ¿Yo? Tirarte una buena bofetada para que respetes...
Ella se encogió y se puso pálida y con temor seguía delante mío pero lejos de ser una fiera
era solo una gatita mojada y temerosa.
Me retiré dando un portazo.
Terminé y me encontré con Laura.
L: Gracias por apoyarme y perdóname por dejarte solo
I: Vamos charapita linda, ya fue-cuando lo dije la miré profunda y tiernamente..
L: Me sonrojas negrito
I: Pues, eres linda para mi y para muchos.
L: ¿Porqué no me has dicho? ¡Ay negrito bien tierno eres!
En eso me acerco y le doy un beso en la frente y ella de pronto se levanta de puntillas y me besa con lengua.
I: ¡Wow! Si estuvo intenso y rico
L: pues vamos a celebrar, por el beso.
I: A la salida ¿sí? Vino o chela
C: Chela vamos algún pub bonito.
I: Ok nena nos vemos a la salida.
C: Ya amor, nos vemos a la salida.
Ella se va y contonea de forma más marcada sus caderas, es una linda pucalpina de tez blanca, 22 años, ojos pardos, ondulada con el cabello hasta la cintura, labios intermedios y muy sensitivos. Mide 1.60 de estatura, Busto 38 b, pecas en su rostro. Con un dejo no tan marcado, pero arrechante cuando decía amor...
Salimos a las 8.00pm, yo vestido con mi jeans negros, zapatos negros y camisa azul. Ella con su enterizo hasta las rodillas, de estampado floreado que realzaba sus pechos y generaba una combinación simétrica entre sus ojos, color de piel y el vestido.
La pasamos bien, tomando chela y sangría. Ella me robaba besos y en todo el momento me apretaba el trasero. Nos animamos a bailar un par de salsas, algo de rock y cumbias.
Saliendo a las 3.00am del pub salimos para pedir taxi, no habíamos quedado para un hostal o algo. En el interín de espera del taxi, ella me tomaba de los flancos de mis piernas, mientras nuestras lenguas jugueteaban sin parar. De pronto nos miramos y sin decir nada... Entramos a un taxi sin consultar precio ella encima mío mientras me susurraba que se encontraba con ganas
L: Negro precioso, tengo ganas de hacerlo
I: Yo también Lau, ¿¿vamos a un sitio o prefieres mi casa??
L: Tu casa.
Llegamos a mi modesto cuarto, y al entrar, nos arrancábamos suspiros , al besarnos, al tocarnos y un jadeo por parte de ella cuando la apegué a mi pecho de modo que lamía y mordía su cuellos y entre sus nalgas sentía mi erección.
L: Ah, ah ah. Mi amor sácame todo....
I: Sí. vamos a la ducha.
Mientras nos caí el agua helada, salía vapor nuestros cuerpos calientes, no cesaban de reconocerse.
Me devoré sus finos hombros, le halaba del pelo de forma suave y mordía de forma suave su cuello, mientras que mi mano exploraba sin estorbos su jugosa y dulce flor con escaso vello.
L: Icelos ¡Me arrechas tanto! Cómeme la cuquita
Y degusté, penetré con mis dedos, mordí los labios mayores.
L: Me voy a venir ¡Sigue, sigue no pares! ¡Ahhhhhhhh!
En ese grito, lamentablemente es bien gritona, tuvo su segundo orgasmo.
Procedió a comerse mi pene, hacía unos sonidos como quien se come una paleta.
En esos momentos entre un trance, por la arrechura, la cargué y la penetrá con sus piernas en horcajadas
mientras me mordía los labios.... Tuvo sendos orgasmos y aún no eyaculaba
Pasamos a la cama, ella sola se puso en cuatro y culo en pompa.
L: Házmelo así, me encanta esta pose.
I: Voy nena.
Para esos momentos sus gritos y jadeos retumbaban la habitación y yo estaba por venirme...
L: Dámelo por favor.
I: Ya estoy a punto
Ella se sale me da una mamada bien rica y mientras frotaba de forma suave mi glande. Mientras mi lengua estaba con ganas de ponerla en 69 para terminar y así lo hicimos. Ella se venía y se bebió mi semen.
L: Hummmm eres intenso negro
I: Y eso que la tengo chiquita sino imagínate.
L: Nada ñaño todo chevere. Me encantó
I: Idem. así lo sentí y me hiciste venir bastante
L: Ufff tú atrás no te quedas.
I: JAJAJAJAJA.
Nos dormimos abrazados y desnudos. Al día siguiente llegamos al hospital y de la mano, ella estaba contenta de la misma forma yo, quedamos como amantes y lo que surja, nada de ataduras... Gocé tanto con esa nena que hasta inicié en el sexo anal.
Entretanto nos vió Claudia (la jefe) solo saludamos y no le tomamos importancia.
Me llama la jefe a las 12.00m
C: Te he visto de la mano con Laura, por favor no nos hagas quedar mal. Sus cosas afuera del trabajo
I: No se preocupe soy consciente de eso.
C: Queda claro, muy bien
I: Con permiso
Y antes de que me vaya, me llama la jefa, sobre asuntos laborales y que me proponía un ascenso por mi carácter y me ve como jefe de grupo de las prácticas. Que solo tenía que responder ante ella.
Yo acepté, seguí teniendo mis citas con Laura... Ufff era hermosamente arrechante, entregada, sensible, sumisa y activa de acuerdo a como se sienta.
Continuaré luego, tengo trabajo, espero no haberles aburrido