Continuando con mi relato, esa noche estuvimos platicando un rato, Juan me había dado muchísimo placer pero yo sabía que eso no era amor, sino simplemente sexo; Jaqueline, no te olvides mañana te vendré a recoger así que te vestirás de manera apropiada para mí, no quiero que mis amigos piensen que mi nueva mujer es una mojigata, yo solo asentía con la cabeza y en mi mente un mar de dudas, porque no era eso lo que quería para mí, recién había salido de mi segundo matrimonio y no quería estar atada a nadie.
Mi día fue el mismo desde que llegue a lima, acompañando a mi madre, recibiendo a las visitas que llegaban a ver el estado de mi madre, sin embargo a eso de las 5:30 pm me llamo al celular mi tío Juan, ordenándome que dentro de una hora y media tendría el papel de masajista para él y un amigo suyo.
Cómo?, dije entre sorprendida y nerviosa,
. Pero yo no sé hacer masajes Juan; eso no importa Jaqui ya sabes que no te lo estoy pidiendo dentro de una hora y media en el hotel XXX y colgó.
Y ahora que iba a hacer???, baje al primer piso donde había una pequeña tienda dentro de la clínica y pedí que me vendieran un aceite para masajes, la muchacha que estaba en la tienda debe haber notado mi nerviosismo y ella misma me recomendó un frasco de aceite además me dijo que a unas calles había un centro comercial y que podía comprar ropa que fuera adecuada con el masaje, yo sonreí y agradecí el consejo, Salí en rumbo a la tienda que me había recomendado y compre un juego de lencería que la misma encargada me ayudo a escoger.
Tome un taxi y fui a mi peda a tomarme una ducha porque el calor de lima estaba tremendo y Salí en dirección al Hotel en que seguramente me esperaría Juan y su amigo, al llegar era un mar de nervios, fui directamente a la habitación que Juan me había indicado, respire profundo y toque la puerta.
Me recibió Juan y al instante me presento a su amigo un tipo más alto que juan, algo fornido de tez clara. Ella es mi masajista particular dijo Juan mientras me cogía de las caderas y baja su mano a mis nalgas, me sentía muy cortada así que les pedí que me indicaran donde estaba el baño pues quería prepararme.
Ni bien cerré la puerta del baño me eche agua en la cara, estaba toda colorada, podía oír lo que ambos hombres murmuraban:
Juan esta buena esa hembra, que buen par de tetas se maneja. Juan respondía: si es mi putita particular, ya verás lo bien que la vas a pasar compadre
COMPADRE!!!!! Había dicho, todos los hombres son unos fanfarrones me dije para mí misma, de alguna manera me sentía halagada porque tenía para mi dos hombres que eran atractivos así que empecé a maquillarme el rostro y a pintarme los labios mientras untaba con un poco de aceite mi cuerpo y así darle algo de brillo a mi cuerpo, mientras me alborotaba mi pelo, busque en mi cartera la lencería que había comprado, la tanga se ceñía a mi cuerpo podía sentir que en la parte de atrás se hundía la tira de la tanga entre mis nalgas y el top cubría solo un poco sobre los pezones, me envolví en una toalla de tal manera que esta quedaba como una faldita, me puse zapatos de tacón alto, cogí el aceite, respire hondo y Salí al encuentro de esos dos machos.
Al salir al encuentro de aquellos hombres los encontré en trusa y en bata de baño, Juan al verme me ordeno quitarme la toalla que llevaba y mostrarme ante ellos; uhm
.. Creo que te falta que te pongan aceite primero me dijo Juan ante la aprobación de su cuñado, me indicaron que me acostara en la cama mientras ellos se llenaban las manos con aceite.
Sentí un escalofrió para nada desagradable cuando sentí las manos de aquellos hombres masajeando mi espalda, nuca, brazos y piernas, las manos se confundían mientras una masajeaba mis nalgas otra mano rozaba un lado de mi seno (y yo que creía que debía ser yo la que los masajeara pensé), la mano que ahora jugaba con mis nalgas empezó a acariciar la parte interior de mis muslos y muy cerca al nacimiento de mi entrepierna cuando Juan lo detuvo y me ordeno girarme no sin antes despojarme del top que llevaba, me acomode en la cama y podía ver como esos dos machos me comían con sus miradas el cuñado tragaba saliva al ver mis senos libres, ambos empezaron a masajear mis senos sin el menor pudor, frotando con aceite mis pezones que poco a poco fueron poniéndose muy duros, el cuñado de juan empezó a bajar su mano hacia mi vientre y luego al elástico de la tanga que empezó a bajar muy suavemente mientras se reía en complicidad con juan quien ahora sobaba mis senos a su antojo poniéndomelos duros e hinchados.
Trate de impedir que me quitaran la tanga pero Juan me sujeto y me hizo un ademan para que me quedara quieta, su cuñado retiro muy suavemente mi tanga para luego llevarla a su nariz y llenarse de mi aroma cosa que me éxito muchísimo. Juan empezó a reír y me hizo incorporarme así desnuda frente a dos machos como una ternera ofrecida al sacrificio, me hizo pararme encima de la cama así desnuda para que empiece a contonearme suavemente mientras me untaba de aceite mis brazos y pecho, me sentía súper excitada, miraba a ambos machos que ahora estaban sin la bata ya desnudos y mostrándome una tremenda erección, uhmmmmm ambas herramientas para mi solita pensé
.
Bailaba lo más sexy posible mientras oía a Juan y su cuñado hablando: Que buena esta Juan, mira que tetas; a lo que Juan le decía así es y son riquísimas, así Jaqui muévete para nosotros, acaríciate más, chúpate un dedo, así Jaqui
.
La forma que me miraban y deseaban mi cuerpo, adulándome con sus comentarios acerca de mi cuerpo, era muy erótico para mí, mis deseos porque ambos hombres me hicieran suya eran cada vez mayores; ambos hombres se acercaron con su verga en las manos ofreciéndomelas, no necesitábamos de las palabras, me puse de rodillas deje caer aceite sobre ambos penes y mis senos, busque con la mirada al cuñado de Juan, cogí con mis manos su verga y la coloque entre mis senos, se sentía tan caliente y tan bien, empecé a masturbarlo, con la ayuda del aceite mis senos subían y bajaban sin dificultad, el cuñado me dejaba hacer mientras nos mirábamos a los ojos, se sentía delicioso el roce de mis pezones en los pelos de sus testículos y pubis, en un momento el cuñado empezó a agitarse y moverse rápido para eyacular sobre mis senos, cuello y parte de mi rostro, seguí un poco más con mi labor y ahora gire hacia Juan quien miraba súper excitado y se masturbaba, tenía su pene bastante hinchado, me limpie el rostro, cuello y parte de mi pecho con una toalla y repetí el mismo procedimiento, yo de rodillas ante juan le eche aceite a su pene e inicie una rusa con mis tetas, Juan en cambio me cogía del cuerpo y marcaba el ritmo que deseaba.
Que ricas tetas tienes jaqui, pero quiero que uses tu boca putita.
No dije nada, solo estiré mi lengua para poder tocar la cabeza de su pene. Cada vez que su verga subía, mi lengua acariciaba su cabeza, Juan gemía y disfrutaba del tratamiento especial que le estaba haciendo cuando sentí algo muy rico en mi vagina. Era la lengua del cuñado. El se acostó boca arriba con su cabeza en medio de mis piernas. Eso fue demasiado para mi, con los primeros lengüetazos en mi sexo mi orgasmo se desencadenó. Mmmmmmhhhhhhh fue riquísimo. Ese desgraciado tenía una habilidad asombrosa para mover su lengua en mi sexo. Tenía una lengua no se, si muy suave o rasposa, pero la forma como la movía uhmmm me estaba haciendo terminar. No aguante más, me metí la verga de Juan en la boca. El placer que sentí fue inmenso. Si me había hecho falta sexo, ahí se estaba recompensando, Juan me cogió de la cabeza y me empezó a penetrar con fuerza a los pocos minutos estaba terminando en mi boca. Estaba yo tan caliente que me tragué todo el esperma que tiró, es mas, ni cuenta me di cuando arrojó el semen.
Yo no quería retirar mi sexo de la boca del cuñado se sentía tan rico. Me incorporé un poco para mirar como mi clítoris era succionado por sus labios, a veces me frotaba sus dientes ahí mismo.
¡Así! ¡Cómeme así! ¡Que bien lo haces!
Cuando introducía su lengua en mi vagina, yo sentía que llegaba hasta el estómago, la movía y la giraba. ¡Riquísimo! Sin duda que si el cuñado debía tener algún don, era el de hacer sexo oral. En un momento me gire y ya estaba lamiendo la verga del cuñado, haciendo un 69 riquísimo. Sus labios y lengua se movían desde mi clítoris hasta mi ano. ¡Uy que rico! Con su lengua me hurgaba en mi hoyito. En un momento sentí que su boca se retiraba de mi entrepierna y sentí el pene de Juan que entro como si fuera hierro caliente: aaahhhhh, gemí y undi mi cabeza en toda la verga del cuñado, eso provoco que el cuñado frote sus dedos en mi clítoris mientras Juan me penetraba.
Llegue al cielo, una, dos, tres veces o más
gemía y lamia como podía la verga del cuñado, me debo haber venido tanto porque me sentía desvanecida, mareada, afloje mi cuerpo y me deje caer sobre el cuñado no recuerdo en qué momento se vino Juan ni en qué momento quede rendida.
Deben haber pasado un par de horas cuando me levante, estaba acostada en la cama, y a mi lado Juan se fumaba un cigarrillo mientras miraba los deportes, me fui directo a dar un baño sin decirnos nada, cuando volví envuelta en una toalla pregunte por su cuñado y me dijo que ya se había ido a su casa con su familia.
Me eche a su lado y le dije al fin y al cabo nunca hice de masajista, Juan empezó a reír, la verdad es que había disfrutado muchísimo pero era consiente que esto no podía ser.
Al día siguiente en la clínica me dijeron que darían de alta a mi madre, estaba súper feliz, con mi padre hicimos los papeleos y esa misma tarde dejábamos la clínica para irnos a casa de mis padres. Era el momento de retornar a México no sin antes tener mi despedida como se debe con Juan.